Este es mi beso, el más grande, para toda Cuba

Expresó Driulis González tras conquistar su cuarta medalla de oro consecutiva
en Juegos Panamericanos

Oscar Sánchez, enviado especial de Granma
oscar.ss@granma.cip.cu

JudoRÍO DE JANEIRO.— Aquellos besos le hicieron sentir que Cuba entera la estaba besando, dijo a Granma el pasado 30 de junio, en la Plaza de la Revolución, la abanderada de la delegación de la mayor de las Antillas, para quien aquel día devino compromiso: la bandera que le entregó el General de Ejército Raúl Castro regresaría victoriosa.

"Hoy me siento muy feliz, solo tenía en mi mente aquel instante, ese sábado cuando Raúl me dijo este beso es de Fidel y este otro es mío, comencé a ganar esta medalla".

Foto: ISMAEL FRANCISCOEs Driulis González Morales, quien acaba de conquistar su cuarto título consecutivo de campeona panamericana. Ningún judoca, ni hombre ni mujer, tiene una historia tan brillante en los más de 56 años de juegos continentales.

La guantanamera es en Río de Janeiro un símbolo de las fiestas multideportivas del continente, pues ninguno de los atletas inscritos aquí ha logrado vencer en cuatro ediciones consecutivas. Solo uno de los más de 5 000 que compiten en esta justa pudiera igualarla. El brasileño Robert Scheidt, en las velas, salió ayer en busca de un cuarto pergamino al hilo. Ganó en 1995, 1999 y 2003 en la modalidad de láser.

Es hoy la deportista cubana en activo más laureada en citas continentales en disciplinas individuales e iguala con cuatro coronas a estrellas del voleibol, ya retiradas, entre las que sobresalen Mireya Luis, Josefina Capote, Mercedes Pomares y Mercedes Pérez.

"Estoy muy feliz, este es mi beso para Fidel y Raúl, es el aporte a mi equipo, a mi delegación, a Cuba entera. Lo que te dije en la Plaza de la Revolución el pasado 30 de junio, sigue en pie. El pueblo puede estar seguro, regresaremos con el segundo lugar por naciones. Debe sentirse muy orgulloso, lo hecho por las muchachas del voleibol, los peloteros, los pesistas y muchos otros es grande, admirable, Cuba es en Río de Janeiro una mención obligada. Incluso los que no han podido ganar como "Yuyu" (habla de Yurisel Laborde, campeona mundial, su compañera de equipo), lo hicieron con mucho coraje", comentó.

¿Terminaron las competencias para Driulis con esta victoria?

"Quiero darle a mi país mi quinta medalla olímpica, gané en Atlanta-1996, obtuve plata en Sydney-2000 y bronces en Barcelona-1992 y Atenas-2004", contestó.

Su respuesta la inscribe como la principal figura de Cuba en el próximo campeonato mundial, con sede en esta misma ciudad en septiembre venidero. A esa lid la guantanamera llegará con otro impresionante aval: oro en las justas del orbe de 1995 y 1999, plata en 1997, 2001, 2003 y bronces en 1993 y 2005.

¿Hasta dónde pudiera llegar tu colección de triunfos?

"Hasta donde yo sea capaz, pero recuerda que también te dije en la Plaza que ‘aunque los años no pasan por gusto y ya tengo 34, si voy al combate, como ahora, solo un pensamiento me acompaña, el de la victoria’.

 

Equipo de Ediciones Digitales de Granma
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