RÍO
DE JANEIRO.— Aquellos besos le hicieron sentir que Cuba entera la estaba
besando, pero además en ese mismo momento se fijo el compromiso de que la
bandera que le entregó el General de Ejército Raúl Castro regresaría
victoriosa.
"Hoy
me siento muy feliz, solo tenía en mi mente aquel instante, ese sábado
cuando Raúl me dijo este beso es de Fidel y este otro es mío, comencé a
ganar esta medalla".
Hablamos de Driulis González Morales, quien este sábado se
colgó en el pecho su cuarto título consecutivo de campeona panamericana.
Ningún judoca, ni hombre ni mujer, tiene una historia tan brillante en
Juegos Panamericanos.
Driulis es aquí en Río de Janeiro un símbolo de las fiestas
multideportivas del continente, pues ninguno de los atletas inscritos aquí
ha logrado vencer en cuatro ediciones consecutivas.
"Estoy muy feliz, este es mi beso para Fidel y Raúl, es el
aporte a mi equipo, a mi delegación, a Cuba entera. Lo que te dije en la
Plaza de la Revolución el pasado 30 de junio, sigue en pie. El pueblo puede
estar seguro, regresaremos con el segundo lugar por naciones. Los cubanos
deben sentirse orgullosos, lo que han hecho aquí las muchachas del
voleibol, los peloteros, los pesistas y muchos otros es grande, Cuba es en
Río de Janeiro una mención obligada. Incluso los que no han podido ganar
como "Yuyu" (habla de Yurisel Laborde, campeona mundial, su compañera de
equipo), lo hicieron con mucho coraje", comentó.
¿Terminaron las competencias para Driulis con esta
victoria?
"Quiero darle a mi país mi quinta medalla olímpica, gane en
Atlanta-1996, obtuve plata en Sydney-2000 y bronces en Barcelona-1992 y
Atenas-2004", contestó.
Su respuesta la inscribe como la principal figura de Cuba
en el próximo campeonato mundial, con sede en esta misma ciudad en
septiembre venidero. A esa lid la guantanamera llega con otro impresionante
aval: oro en las lides de 1995 y 1999, plata en 1997, 2001, 2003 y bronces
en 1993 y 2005.
"También te dije en la Plaza que "aunque los años no pasan
por gusto, si voy al combate, como ahora, solo un pensamiento me acompaña,
el de la victoria".