
RÍO
DE JANEIRO.— "Estoy listo siempre para cualquier partido, sin embargo, no
escojo yo los momentos cruciales. Una final de un torneo es tremenda
responsabilidad cuando llevas puesto un uniforme como este, pero al propio
tiempo la quieres, deseas ese privilegio de contraer el grandísimo
compromiso con un pueblo que le corre la pelota por las venas".
Así
dijo el zurdo cienfueguero Adiel Palma, ganador del desafío frente a
Estados Unidos por la medalla de oro del béisbol en los XV Juegos
Panamericanos, cuyo marcador fue de 3-1.
"Trabaje bien con mis lanzamientos de rompimiento, la curva
me caía bien, igual que el tenedor y en la bola rápida me sentía con mucha
fuerza", expresó con la felicidad de haberle dado a la mayor de la Antillas
su décima corona consecutiva en estas lides y la novena que le gana a
Estados Unidos.
Palma trabajó ante Estados Unidos en ocho y dos tercios, no
regaló boletos, ponchó a nueve y permitió cuatro jits, dos de ellos en el
cuarto capítulo cuando le hicieron la única carrera que aceptó.
Fue sin dudas el mejor lanzador del certamen, ganó dos
partidos en los cuales lanzó 13 entradas y dos tercios. Se midió a 48
bateadores (uno se sacrificó), quienes solo le pegaron ocho jits, es decir
los contrarios solo le promediaron 170 de average. Toleró dos limpias para
un excelente 1,37 por juego de nueve entradas, no regaló boletos y ponchó a
18, casi a ponche y medio por inning.
El juego final, que dio la décima victoria cubana en citas
de este tipo y la novena ante Estados Unidos, se decidió temprano por doble
impulsor de Alexander Mayeta en el tercer episodio, en tanto que la
puntilla se clavó un capitulo más tarde al combinarse dos sencillos con un
sacrificio.

Tras finalizar el encuentro Eduardo Paret, capitán del
equipo, y ganador aquí de su tercera diadema panamericana le comentó a
Granma que "confiamos todo el tiempo en el triunfo, la derrota inicial ante
Panamá nos multiplicó, claro que no queríamos perder, pero nos hizo más
fuerte el compromiso. Es cierto que el equipo no bateó a la hora buena y
eso para un pelotero es terrible, sin embargo, cumplimos muy bien en la
defensa, jugamos todo el torneo sin errores, y el pitcheo fue excelente,
solo los equipos grandes pueden hacer eso".
Uno que gana su primera dorada es el mentor Rey Vicente
Anglada, quien ha ganado todo lo que le han puesto en sus manos. ¿Piensas
ganar algo más? "Todo lo que me den, no concibo pensar en una
responsabilidad sin la victoria, y si es de béisbol mucho más". ¿Entonces
volverá con Industriales? Respondió con una pregunta ¿Qué tu crees?
Elogió el trabajo de todos sus peloteros y afirmó "no hubo
uno que no cumpliera una función, lo mismo en dogaut que en el bullpen o en
el terreno de juego. Me preguntaste que le pasaba a Cepeda y te contesté
que había que darle confianza y fue el mejor bateador en el cruce hacia la
disputa del oro, y ya viste, en la final hizo el mejor fildeo del juego;
llevamos a Urrutia al banco en un juego, y terminó como lo que es como un
gran bateador, de 4-4 frente a Estados Unidos.
Preguntado sobre cómo ve el mundial dijo: "lo veo como
todos los cubanos, mirando siempre hacia lo más alto del podio. Creo que
este equipo y el que hagamos para cualquier lid es capaz de cumplir el
compromiso que le pongas delante. Tenemos mucho talento. ¿El director?
Cualquier mentor cubano puede conseguir este y cualquier cetro, es verdad
que tienes la misión de conducir un tremendo grupo de atletas, pero no
somos nosotros lo principales, son ellos, los jugadores.