19 de julio de 2007

Quinto hombre dorado de las pesas

Miguel Hernández y Ricardo López Hevia (foto),
enviados especiales de Granma
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A la tercera fue la vencida, como se dice. Joel Mac Kenzie fracasó en Winnipeg, también en Santo Domingo, y pudo, al fin ayer reír en Río como todos sus compañeros de equipo que superaron con creces la actuación de hace cuatro años para ganar ahora el torneo varonil de levantamiento de pesas.

Cuba logró cinco medallas de oro y una de plata en el certamen con los seis hombres que inscribió (y por cierto, Indira Salinas fue inscrita en más de 75 por una cuestión de estrategia, y terminó sexta con 192 kg (88-104).

Foto: Daniel AnayaMac Kenzie no pudo ocultar su emoción en sus primeras palabras: "Quiero darle muchas gracias a Dios por este triunfo, era mi tercera oportunidad de intentar medallas. Y este oro se lo dedico a mi Patria y al 26 de Julio que celebrará Camagüey, mi provincia".

En los Juegos de Winnipeg en 1999, Mac Kenzie "era muy novato, la mente se me fue de la competencia y lo hice todo mal" y en Santo Domingo-2003, "una lesión en las tibias me impidió hacer el envión".

Pero ahora, con un total de 380 kg (175-205) en los 105, se hizo justicia nada más y nada menos en una prueba en la que apareció el ruso-ecuatoriano Boris Burov, el monarca y recordista panamericano desde hace ocho años quien en su primer intento de 170 kg en el arranque sufrió, al parecer, una contracción muscular

en su espalda, por la que se despidió de la competencia, aunque mantuvo sus registros.

Con los 190 que alzó en la primera ocasión del envión aseguró el título, por lo que después sin presión hizo dos intentos más ante un público delirante por una medalla de bronce del brasileño Fabricio Mafra.

Tenían sus razones: el carioca conquistó la primera medalla en la halterofilia después de 1995. Y lo hizo con sus dedos fracturados.

 

Equipo de Ediciones Digitales de Granma
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