RIO
DE JANEIRO.— Ayer la selección cubana de béisbol tuvo un día de asueto, con
la tranquilidad, además, que le daba ser la única clasificada. Sin embargo,
la jornada más que de descanso le sirvió al colectivo de dirección, según
su propio mentor, para analizar lo hecho y delinear la estrategia de cara a
los últimos dos partidos del certamen de estos XV Juegos Panamericanos.
También los periodistas aprovechamos y sacamos nuestras
conclusiones de lo visto hasta el momento, aunque la tarea resultó algo
compleja, pues a los continuos cambios de calendarios, la ausencia de luces
y los terrenos malos, se suma la falta de estadísticas.
No habría que sumar, multiplicar o dividir para darse
cuenta que la ofensiva cubana, aun cuando tiene 26 jits en tres partidos,
no ha cumplido, o al menos no está a la altura de calidad de sus
bateadores.
En 99 veces al bate se han pegado 26 imparables, de ellos
seis extrabases (3 jonrones, dos triples y un doble). Tal producción solo
llega a 263 de average colectivo, anémico si se tiene en cuenta las
cualidades ofensivas de cada uno de los integrantes del conjunto.
Tales numeritos se relacionan con los hombres dejados en
base, renglón crítico y que ha puesto en tensión cada choque jugado. En
tres desafíos hemos dejado en circulación a 28 corredores y 17 de ellos,
exactamente el 60%, en posición anotadora, lo cual quiere decir que se han
dejado de impulsar.
Al respecto Eduardo Paret, capitán del equipo, nos dijo.
"Hemos visto un pitcheo incómodo, todos los abridores han sido zurdos, y
con características similares, es decir, lanzamientos sin alta velocidad y
del home hacia fuera para los derechos, algo muy parecido a lo que tira
Johan Santana, lanzador venezolano de Grandes Ligas, envío al que le llaman
cerito".
También los peloteros cubanos nos comentaron que la
visibilidad es mala. "En el partido con Venezuela estábamos jugando casi
dentro de una nube, no veíamos la pelota. Imagínate los venezolanos, no
podían ver los lanzamientos de Lazo, porque además estaba fácil por encima
de las 90 millas", afirmó Paret.
En la defensa, el equipo ha jugado impecablemente, sin
errores en los tres enfrentamientos, mientras los lanzadores tienen un
promedio de carreras limpias por juego de 2.76 y le batean para 234, pues
han aceptado 23 jits en 98 turnos al bate.
Cuba espera ahora por el rival de semifinales, que estará
entre Estados Unidos y República Dominicana, casi seguro esta última que
debe salir en el segundo lugar de la llave A.
Las semifinales están previstas para mañana y las finales
para el jueves 19, probablemente en horas de la mañana.