Valodia, un campeón dentro y fuera del tapiz

Oscar Sánchez, enviado especial
oscar.ss@granma.cip.cu

TaekwondoRIO DE JANEIRO.- Angel Valodia Matos, el campeón olímpico de Sydney, el muchacho de Holguín, ganó su primera medalla de oro en Juegos Panamericanos, no solo sobre el tapiz, donde fue inmenso, sino también ante todos los que le vieron responder las preguntas en la conferencia de prensa con el resto de los medallistas.

Desde su primer combate el espigado moreno presentó la credencial de favorito al pasar sobre el brasileño Carlos Isidoro por 6-1, para doblegar después 4-1 al guyanés David Rajjab, con lo cual llegó al combate más difícil del grupo ante el subcampeón mundial de los 72 kilogramos en el 2001 y quinto en la cita del orbe del 2003, el mexicano José Luis Ramírez.

"Fue el pleito más complejo, Ramírez tiene mucha experiencia, viene de un equipo que ya tenía tres doradas en solo dos jornadas y eso motiva. Además, el fue el subtitular de la edición anterior en Santo Domingo-2003, todas esas condiciones complicaban la porfía", dijo Volodia.

Sin embargo, llevó muy bien su estrategia y el 3-1 reflejó lo reñido del combate, pero también la superioridad del cubano. La escena quedó lista entonces para el duelo final contra el estadounidense, de origen asiático James Moontasri, un jovencito de 19 años de gran explosividad, pero que fue neutralizado por una correcta ubicación en la distancia media y los certeros contragolpes del holguinero, quien le marcó nada menos que siete puntos, sin recibir.

Volodia ha sido el taekwondoca que más puntos ha marcado en lo que va de calendario competitivo.

Momentos después del triunfo los periodistas le preguntaron si haber vencido a un norteamericano le daba una significación especial a su medalla de oro.

"Podía ser un puertorriqueño, un mexicano, un brasileño, dominicano, cualquiera. No vinimos aquí a escoger a un rival, a hacer una guerra con nadie, estamos en esta ciudad para confraternizar, exponer nuestras mejores cualidades, cada uno defendiendo su bandera, él la suya ---y lo hizo muy bien---, y yo la mía", respondió.

Y agregó que lo que verdaderamente lo recompensa es que "pude cumplir con mis compañeros de equipo, con mi delegación, con mi familia y con todo un pueblo que sabe mucho de deporte y está pendiente de cada uno de nosotros".

Su rival dijo: "para mi fue un honor competir con él, es muy bueno, yo sabía que era el campeón olímpico del 2000, cuando yo tenía solo 12 años, y es un privilegio poder disputarle una medalla, cualquiera sea el resultado. Lo felicito".

 

Equipo de Ediciones Digitales de Granma
Subir