No hay nada más lindo que jugar con esa franela roja y blanca
Oscar Sánchez, enviado especial RIO DE JANEIRO.--- Cuando le pregunté a Pedro Chávez cómo se sentía una gloria deportiva como él en estos Juegos Panamericanos, me dijo que "gloria es una palabra muy grande para mi, yo soy solo una pedacito de algo que si es inmenso y glorioso, la Revolución, por ella estoy aquí, y por ella tu me estás haciendo esta entrevista". Chávez es una de los 16 deportistas que brillaron en Juegos Panamericano, Olímpicos y campeonatos mundiales, que acompañan en esta ciudad a la delegación cubana. "Fue una idea muy bonita y que a todos nos ha llegado al corazón. Me hablabas de la gloria, y yo lo que no quepo es en este privilegio de estar rodeado de tantas estrellas", afirmó. Pero haciendo un alto frente a tanta modestia, ---sí porque Don Pedro es de los que no le gusta hablar de si, siempre está elogiando a sus compañeros, estimulándolos---, baste decir que estamos ante un hombre de impresionante hoja deportiva. Fue indiscutible líder de los equipos de la capital, bateador temible por todos los lanzadores, una primera base de excelente defensa. Aquí mismo, en Brasil, en 1963, en la ciudad de Sao Paulo, sede entonces de los cuartos Juegos Panamericanos, fue descomunal su ofensiva. "Lo que más recuerdo de aquel certamen en el que regresamos con la medalla de oro, y en el cual Modesto Verdura desde el montículo fue todo un héroe, es el partido contra Estados Unidos. Pegue dos jonrones, uno con bases llenas y el otro con dos en circulación, empuje siete carreras, te imaginas…", expresó. Preguntado sobre que siente un hombre de tanto béisbol al presenciar los choques del equipo Cuba, incluso en partidos tan reñidos, contestó: "Tengo la dicha de haber llegado al equipo nacional como jugador, después en funciones de coach y más tarde de director, así que me siento aquí como si fuera uno más con guante y bate en la mano. Claro, quien jugó sufre el juego más que nadie, y aunque lo disfruto como todo buen cubano, quisiera estar en el terreno. No hay nada más lindo que jugar, con esa franela roja y blanca", |
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