11 de julio de 2007 Pesas en Río de Janeiro La "venganza" de Santo Domingo’03 COTO WONG
Señales de una evidente recuperación han permeado el panorama de la halterofilia cubana en los dos últimos años, lo cual hace pensar que el deporte ya está listo para ese empeño después de atravesar la peor crisis de su historia. La solitaria medalla de oro de Yordanis Borrero (69 kg) en los Juegos del 2003, resultó una premoniciòn. "Estamos muy lejos del mundo", dijo meses después de Santo Domingo, Rafael Pacho, quien había sido nombrado comisionado nacional en aquellos duros tiempos y que tenía por delante la ardua misión de pintar de otro color al deporte. Meses de ardua labor en la búsqueda de proyectar bajo otros patrones la metodología del entrenamiento deportivo, la superación del personal técnico, desde el alto rendimiento hasta la base, el logro de una competitividad reforzada por el conocimiento de la técnica, y sobre todo, la consolidación de valores en el atleta y su sentido de pertenencia con el deporte, fueron algunos temas anotados en la nueva agenda. "Tuvimos que cambiarlo todo y comenzar de nuevo. Fue una labor de entrega de todo nuestro colectivo, desde la selección nacional de mayores, pasando por la juvenil y las edades tempranas. Nos queda mucho por hacer aun, pero estamos convencidos de que podemos lograr muchas más cosas", señaló Marcelino del Frade, jefe técnico de la Federación Cubana. Río de Janeiro será, entonces, el campo de batalla para lo que ya se ha dado en llamar "la venganza de Santo Domingo", en el mejor sentido deportivo de la frase, justicia a una larga historia que atesora 148 medallas de oro. UNA MIRADA APRESURADA Cuba llegará a la ciudad carioca con distintivos que difícilmente puedan exhibir algunas de las naciones que se darán cita en el Complejo Ríocentro desde el día 14 y hasta el 18. Cuarto lugar por países en el Mundial de República Dominicana ‘06, donde se alcanzaron una medalla de oro, igual cantidad de plata y dos bronce; titular continental de Guatemala, monarca de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena de Indias, de la II edición de los Juegos del ALBA y más recientemente campeona de la tradicional Copa Simón Bolívar. En una visita a La Habana, con motivo del Congreso Deportes para Todos, el húngaro Tamaz Ajan, presidente de la Federación Internacional, destacó que le había llamado la atención los nuevos triunfos de las pesas cubanas porque reflejaban la voluntad expresa de continuar adelante hacia empeños mayores. Si tomamos el certamen del orbe del año anterior como la competencia más importante de los dos últimos años, entonces el panorama no podría ser más halagüeño. En Río estarán los competidores de la región que concursaron en aquella justa y fueron superados por los cuatro antillanos participantes. De los seis hombres a Río de Janeiro, solo dos no asistieron al Mundial de Santo Domingo, Jadiel Valladares (85 kilogramos) y Joel Mac Kenzie (105) y tomamos sus totales del último campeonato nacional como referencia en la relación que mostramos. La tabla ilustra cómo se comportaron los antillanos en la justa dominicana. El número que encabeza a los nombres es la plaza que obtuvieron en esa lidia. Nótense los totales, único ejercicio que se premia en los Panamericanos.
MUJERES POR PRIMERA VEZ Encabezadas por la camagüeyana Indira Salinas (75), la primera cubana que ganó medalla en un torneo internacional de pesas —dos bronces en arranque y envión en los II Juegos del ALBA—, otras dos atletas se presentarán en Río, las capitalinas Edilia Amorós, en los 63, y Daimara Rovira, en los 69, trío que concurrió a esa liza en Venezuela, a Cartagena de Indias’06, y tomó parte en el último Manuel Suárez In Memoriam de Matanzas. En todas esas competiciones aumentaron sus marcas personales, todavía muy lejanas a la media de los 20 años de halterofilia femenina que nos separan del resto del continente. Mas el desempeño de estas "muchachitas" que igualmente contribuirán a que el levantamiento de pesas —con ellas embelleció el rostro—, ponga sobre la barra sus mejores pesos continentales porque se trata, por encima de todas las cosas de poner el nombre de Cuba donde se merece. |
|