11 de julio de 2007

Allá arriba, muy alto

Los luchadores vienen pensando en grande

RAFAEL PÉREZ VALDÉS, enviado especial de Granma
rafael.p@granma.cip.cu

LuchaRÍO DE JANEIRO.— El gran pájaro de hierro parecía encontrarse ansioso, pues quería despegar ya desde La Habana para acá, con otro numeroso grupo de miembros de la delegación cubana a los XV Juegos Panamericanos, hasta que llegaron las 7:20 a.m. e inició el esperado despegue para un viaje programado de ocho horas y tres minutos,

Era un espectacular IL-96-300, que se iba a colocar a 37 000 pies de altura máxima, con una velocidad promedio de 850 kilómetros por hora, con capacidad para 264 pasajeros, tres bandas de asientos, con dos pasillos en el medio, y un sistema de cámara y pantallas que permite al viajero… observar las maniobras de despegue y aterrizaje.

Los protagonistas eran estrellas soñolientas por el tremendo madrugón de llegar al aeropuerto José Martí (trascendió que el número total era de 234), entre ellos una parte del atletismo, el equipo femenino de voleibol, tiro, softbol (f), gimnasia artística, tenis de mesa, kayak, judo, parte de la prensa escrita y… dos valientes equipos de lucha, todos recibidos por Christian Jiménez, presidente del INDER.|

Y entre los luchadores los primeros que entrarán a los colchones serán los del estilo grecorromano, una porfía que es vista con optimismo por el experimentado entrenador Pedro Val, según nos dijo durante el viaje.

"La competencia va a ser bien fuerte. Los estadounidenses llevarán a tres medallistas del Campeonato Mundial de Guangzhou 2006, incluido un monarca; al contrario de Filiberto Azcuy en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003, Tomás Danczler. A pesar de eso les vamos a ganar", dijo reservando el pronóstico para la última oración.

Filiberto Delgado, el técnico de la libre, a disputarse los días 27 y 28, también ofreció opiniones:

"Estados Unidos llevará a su primer equipo. Todas las divisiones son difíciles, pues el nivel se encuentra muy parejo", indicó.

Andy Moreno, un espirituano de 22 años de edad, será la figura de menos roce internacional en la escuadra, a pesar de lo cual también viajó seguro: "Voy bien preparado, espero poder ganar el oro".

Hace pocos días no estaba previsto que viniera aquí Roilandi Zúñiga, un habanero de 24 años de edad, campeón de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena 2006: "Me encuentro bien entrenado, y vengo a buscar la medalla de oro", indicó.

Luego de entregarse a Morfeo, despreciando olímpicamente una película de un actor tan gustado como Dustin Hoffman, ya los rostros de los viajeros no parecían tan soñolientos. Quizás haya otra oportunidad de conversar cuando los protagonistas principales regresen a casa con el orgullo de la misión cumplida.

 

Equipo de Ediciones Digitales de Granma
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