Solo 20 días nos separan de la inauguración, en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, de los XV Juegos Panamericanos, en los cuales Cuba estará representada por una amplia delegación de más de 400 deportistas, quienes se han propuesto mantener el segundo lugar por naciones en un escenario que ha ido escalando por la calidad de sus actores.

Ideas, honor y dignidad será el lema de la delegación de la mayor de las Antillas. Esas tres palabras, que expresan la magnitud de la obra, el ejemplo, la ética y altísima moral de la Revolución cubana, estarán en cada salto, carrera, remate o canasta. Serán también las que le den la energía necesaria para el esfuerzo final, para ese extra que se necesita en pos de conseguir una victoria, que como siempre será seguida por todo un pueblo, que se siente también protagonista de los grandes éxitos de sus atletas.

Serán los Juegos Panamericanos el compromiso más importante para el deporte cubano, para cada uno de nuestros campeones, más allá de otros eventos calendariados en este propio año, cuyas prebendas —entiéndase caudalosos premios— hacen a muchos atletas no poner sus atributos en defensa de su bandera.