Con las botas puestas
Ariel
B. Coya, enviado especial
GUADALAJARA.—Terminó la selección cubana sub-22 de fútbol su
andadura en los Juegos, y lo hizo con la frente en alto.
Aunque no logró convertir un gol en sus tres duelos del grupo B,
después de su revés inicial ante Costa Rica (0-1), sacó un empate a
cero contra el Brasil campeón mundial juvenil, y ayer tuteó también
hasta el último minuto a otro peso pesado como Argentina, seis veces
monarca panamericano.
El guardameta Odisnel Cooper volvió a estar inmenso, custodiado
por una zaga muy seria, mientras el “diez” Maikel Chang no dejó casi
nunca de hacer de las suyas.
Resultado: los muchachos dirigidos por el técnico Alexander
González no estarán en la disputa de las medallas, pero demostraron
que para el fútbol cubano no todo está perdido. Hay talento, y si se
cuida y estimula, puede haber futuro.
|