Ya saben: Arlenis Sierra, Yumari González y Yudelmis
Domínguez coparon el podio de la ruta femenina en estos
Panamericanos. Un bonito cuadro. Una obra de arte.
No en vano Arlenis lloraba y lloraba, entre la
fatiga y la euforia, al cruzar la línea de meta, tras 80 kilómetros
y 2:18:09 horas. Pese a los deseos de orinar que la agobiaron desde
el mismo inicio de la competencia, la más joven de las 43 ciclistas
inscritas había culminado una fabulosa escapada y no podía creer,
incluso entonces, que con apenas 18 abriles fuera a suceder en la
cima del podio a sus dos paradigmas de siempre, Yoanka y Yumari
González, las campeonas de Santo Domingo’03 y Río de Janeiro’07.
Precisamente Yumari también estuvo inmensa, aunque
hace menos de un año que dio a luz un niño. Junto a Yudelmis,
neutralizó los embates del pelotón, para que ninguna corredora
pudiera darle caza a Arlenis. Y ya sobre la raya de sentencia las
dos fueron dos centellas, de modo que en la última embestida no las
superaran ni la mexicana Ana Teresa Casas, que soñaba arañar una
medalla ante su público; ni la inagotable colombiana María Luisa
Calle, que a sus 43 años ganó la contrarreloj hace unos días; ni la
potente venezolana Angie González, monarca del omnium. Así,
durante la premiación, las tres escalaron a la cima del podio y
entonaron juntas las notas del himno.
No fue la única gesta del día, porque acto seguido,
en la prueba masculina, el bicampeón de la Vuelta, Arnold Alcolea,
alcanzó el bronce, tras un sprint frenético, para secundar
sobre la raya a Marc de Maar, de Antillas Holandesas, y al
venezolano Miguel Ubeto.