Cumplidas las primeras ocho jornadas competitivas,
del sábado 15 al sábado 22, exactamente la mitad de las 16
enmarcadas en la Fiesta de América Guadalajara 2011, puede
aseverarse que la delegación marcha encaminada en líneas generales,
tras afrontar las venturas y desventuras propias de las lides
competitivas que en última instancia son las que determinan alegrías
y tristezas con independencia del grado de preparación.
Al analizar los deportes terminados al
cierre sabatino la tabla de medallas reflejaba tres medallas de oro
menos que las obtenidas por los mismos deportes en Río de Janeiro
2007 y una más en el cómputo total, que podrían ser dos sumando la
bronceada femenina de softbol obtenida mas no computada por terminar
el domingo.
Comparamos con lo sucedido hace cuatro años por
convencidos de que el país, con más de 50 de oro, estará al final en
óptimas condiciones de escoltar a Estados Unidos y vale recordar que
aquella vez la cosecha cubana ascendió a 59.
Faltan por registrarse en la segunda parte decisiva
de los Juegos 220 finales de las 361 programadas, y si Cuba ya
intervino en 100 de las 141 primeras —sin que muchas constituyeran
su fuerte y manteniéndose pegado al pelotón detrás de Estados
Unidos—, se espera que consiga despegarse definitivamente tras
cumplirse las 151 restantes en deportes donde cuenta con virtuales
campeones individuales: atletismo, judo, pesas, boxeo, lucha libre,
canotaje¼
Aunque
la tabla que acompaña este material muestra los detalles por
especialidades, no podemos pasar por alto aquellas cuyos
atletas han hecho vibrar de emoción los corazones patriotas.
En primerísimo lugar los luchadores de la
grecorromana con su casi perfecto balance de seis de siete y las
muchachas de la libre, Katerina Videaux y Lisset Hechevarría,
coronadas en un doblete inédito y perfecto en efectividad.
Igualmente la épica escapada de la debutante Arlenis
Sierra en la ruta ciclística a la cabeza de una tripleta excepcional
desde la limitación en 1963 a dos competidores por nación en cada
prueba. Sin olvidar el uno-dos a cargo de la jovencita Dianelys
Pérez y la experimentada Eglys Cruz en tiro deportivo o las
paletadas inalcanzables de Yariulvis Cobas y Aimée Hernández en el
canal de remo. ¡Qué corajudas nuestras deportistas!
En verdad se escaparon, en la pesa, medallas
virtualmente seguras; por desperfecto en un arma y hasta por
injusticia arbitral, desagradables pero inherentes al deporte
competitivo, como también compañeros erguidos sobre los pronósticos
para vencer en absoluto o formar parte del podio estelar.
Porque con independencia del valor decisivo de los
oros en el objetivo de continuar segundos, deben ser reconocidos en
toda su dimensión los autores de proezas individuales o colectivas,
adelantados por rivales más calificados. Sobre todo si son jóvenes
labrándose como campeones del mañana.
Platas y bronces que refulgen hasta los confines
galácticos: Osleni Guerrero en bádminton, Hanser García en natación,
los varones del tenis de mesa, los arqueros de uno y otro sexos.
Demostraron que el deporte cubano cuenta con un material humano de
primera en medio de las precariedades económicas que no le son
ajenas.
De competir los que faltan con tal arrojo, valentía
y condiciones cualitativas, no existe la menor duda de que el
deporte cubano volverá a salir vencedor.