GUADALAJARA.
— Con lágrimas de felicidad, la jovencita Arlenis Sierra coronó una
de las más sorprendentes actuaciones de Cuba en los XVI Juegos
Panamericanos, al imponerse en la ruta individual del ciclismo de
carretera.
Por si fuera poco, sus compañeras realizaron un
trabajo de equipo digno de incluir en un manual, que les permitió a
Yumari González y a Yudelmis Domínguez obtener plata y bronce,
respectivamente, y el logro de un inédito uno-dos-tres de un país en
esta difícil especialidad en justas del continente.
Natural de la oriental ciudad de Manzanillo, Granma,
Sierra no creyó en nombres y veteranías y se lanzó a conquistar la
gloria deportiva, y sobresalió con empuje y determinación entre las
33 pedalistas que largaron salida en el monumento Los Arcos, de la
ciudad de Guadalajara.
Cuando
se habían cumplido tres cuartos del recorrido por un circuito de 80
kilómetros, la manzanillera se lanzó al ataque y protagonizó una
escapada de casi 20 kilómetros, para llegar en solitario a la meta,
con tiempo de 2.18:10 horas.
Fue inalcanzable para las bien rankeadas
colombianas, canadienses y venezolanas, mientras sus compañeras,
detrás, hacían el trabajo de contener o neutralizar los ataques de
las avanzadas del pelotón.
A pocos metros de la raya, Yumari González y
Yudelmis Domínguez se las arreglaron para superar a las mexicana Ana
Teresa Casas ya la colombiana Maria Luisa Calle, ocupantes del
cuarto y quinto puestos y las cuales iban a la caza de las medallas.
Estaba convencida de que yo sí podía y lo luché, y
le pedí a Dios en cada pedaleada que daba, expresó, Sierra, quien
cumplirá los 19 años el venidero siete de diciembre.
En declaraciones a la prensa cubana, la pedalista le
dedicó el título a su entrenador, su familia, su país y al
presidente Raúl Castro.
En Indianápolis 1987 debutó la ruta femenina en el
ciclismo de los Juegos Panamericanos, y hasta la edición canadiense
de Winnipeg 1999 fue una prueba dominada por Estados Unidos.
En Santo Domingo se impuso Yoanka González y en Río
de Janeiro Yumari González, con lo cual se estableció un reinado
cubano en carreteras en justas panamericanas que apunta a muchos
años dada la calidad y el futuro de la joven manzanillera.