GUADALAJARA.—¡Inmensos, imbatibles sobre el colchón!, así se comportaron nuestros luchadores de grecorromana en la arena abarrotada del CODE II, donde barrieron en las cuatro divisiones disputadas, (55, 66, 84 y 120 kg), y materializaron el ascenso de Cuba al cuarto lugar del medallero general.

"Esta tercera corona panamericana es reflejo del esfuerzo que realiza un atleta para mantenerse al máximo nivel. Ya estoy adaptado a este nivel, lejos de la categoría mundial, pero como competencia me sirve para corregir errores y elevar mi preparación", sentenció Mijaín López, tras doblegar por superioridad técnica (8-0, 6-0) al venezolano y bronce de Río’07, Rafael Barreno, quien manifestó que la plata le supo a oro por enfrentar al cubano.

"Ante esta actuación perfecta, mis compañeros saldrán mañana (hoy) con mucho ímpetu y grandes posibilidades de barrer", afirmó el también cuatro veces as del planeta y rey olímpico vigente.

Fue el santiaguero de 24 años, Gustavo Balart (55), el encargado de prender la mecha. Se sacudió en un combate cerrado ante otro morocho: el experimentado de 34 años, Jorge Cardozo, verdugo de su coequipero Yagniel Hernández recientemente en la cita del orbe y a quien inclinó por tercera ocasión en su carrera, esta vez 2-1 (0-1, 2-0, 2-0).

"Me preparé muy fuerte en Cuba, tenía la esperanza de competir acá y lo logré. Sabía que iba a ser difícil porque Cardozo es fuerte y se tranca bien arriba. Aposté a la intensidad de ataques, a la técnica de sumisión y escapar en la defensa desde los cuatro puntos. Ya ven, festejo el oro y el resultado", explicó Balart. Y sí que festejó, realizando un electrizante mortal de espaldas al término de la pelea.

También con el tres como número de la suerte se coronó el doble bronceado mundial Pedro Isaac (66), vencedor ante el veterano dominicano de 39 años, Angelo Motta. Tres veces se han visto sobre el colchón y en todas ha emergido airoso Isaac, ahora por 1-0, 4-0. "Salí a buscar el punto en el primer parcial, y luego a forzar en el segundo; estaba seguro, pero un poco cansado por la altura. En Camagüey y en Cuba deben estar festejando esta victoria, un paso más en mi búsqueda de una medalla olímpica".

Parecerá recurrente, pero no, la calidad de nuestros luchadores está probada y otro doble medallista del orbe, el 84 kg Pablo Shorey, también derrotó por tercera ocasión al colombiano Cristian Mosquera (3-0, 1-0). "Estaba muy bien preparado, con el rigor del campeonato mundial. La clave fue meter el brazo derecho constantemente, tratar de sacar del colchón al rival y controlarlo en el combate arriba. Quisiera dedicarle este triunfo a mi pueblo de Vertientes, en Camagüey", dijo Shorey. Él, al igual que sus homólogos campeones y el resto de la escuadra —Hansel Meoque (60), Jorgisbel Álvarez (74) y Yunior Estrada (96)—, intentarán mantener en punto de ebullición los colchones aquí, con total certeza de su victoria.