"Esto es lo más grande que me ha pasado, vine hoy a
morirme en la piscina y le dije a Lulú (su entrenadora María Luisa
Mojarrieta) que confiara en mí", explicó el villaclareño de 23 años,
quien confesó que haber largado en el carril tres, justo al lado del
campeón y recordista panamericano, el brasileño César Cielo (47.84)
significó mucho, pues marcó el paso, y lo obligó a sacar fuerza
extra.
"Me vi tercero en la vuelta, traté de bracear más
duro, apretar el paso¼ Este éxito es para
el pueblo de Cuba, mi abuela, mi entrenadora, mis amigos y en
especial para mi madre fallecida. Es el resultado de muchos meses de
trabajo muy fuerte, y llegó la hora de materializar uno de tantos
sueños."
"Hanser es un atleta muy entregado y noble, a veces
me parecía algo desatinada su seguridad sobre convertirse en
medallista, pero en menos de dos años ha mejorado en más de un
segundo el récord nacional. Sesiones interminables día, tarde y
noche, sacrificio extremo y trabajo minucioso sobre sus deficiencias
técnicas hoy se convirtieron en una enorme verdad", expresó
Mojarrieta.
"Sobre todo esta última etapa ha sido de grandes
progresos: en Shangai bajó de los 49 segundos y hoy, a solo nueve
semanas, llegó a 48.34. Recuerdo las palabras de mi hijo antes de
salir de la Habana, quien me comentó que Hanser haría 48.3. Si los
Juegos Olímpicos de Londres comenzaran mañana esa marca lo colocaría
de seguro entre los 12 mejores del mundo", concluyó la entrenadora.
Con este impresionante palmarés Hanser rebajó en 64
centésimas su anterior primacía nacional y de paso le devolvió a
nuestra Patria la alegría de regresar al podio panamericano de la
natación, algo que no se conseguía desde Winnipeg’99.