Contra viento y
marea
Se ultiman
detalles
Ariel B. Coya, enviado especial
arielbcoya@granma.cip.cu
GUADALAJARA.—
Una mañana fresca y nublada sorprendió el primer día a los atletas
cubanos en la Villa Panamericana, tras su arribo el domingo a la
capital de Jalisco.
La pertinaz
llovizna, que cernió sobre la ciudad desde bien temprano, por el
desplazamiento del huracán Jova, en el Océano Pacífico, provocó que
muchos de ellos (principalmente los de los deportes al aire libre)
reajustaran sus programas de entrenamiento y pusieran énfasis en el
trabajo físico, según explicaron fuentes de la delegación.
Más
de 8 000 voluntarios trabajarán en el evento.
Aunque el
pronóstico de afectación directa no alude a los escenarios
principales de los Juegos, el Servicio Meteorológico Nacional de
México emitió un alerta ante el avance del temporal, que ayer
alcanzó categoría tres en la escala Saffir-Simpson con vientos
sostenidos de 200 km/h y debe seguir fortaleciéndose en las próximas
horas, por lo cual está por verse el impacto que tendrá en sus
preparativos finales, a cuatro días de la inauguración.
Curiosamente, la
fecha de la cita multideportiva se había fijado en octubre y no en
verano —como es la costumbre— para evitar la temporada de lluvias en
la región.
Contra
viento y marea, sin embargo, los XVI Panamericanos ultiman detalles,
gracias a los más de 8 000 voluntarios que hormiguean por doquier
desde el moderno aeropuerto Miguel Hidalgo, como bien pudo comprobar
la delegación cubana a su llegada.
Por lo demás,
los organizadores prevén que hoy se intensifique la actividad con el
arribo de siete países, mientras mañana desembarcarán en la sede
otros 12, para aproximarse cada vez más a los 6 003 atletas de 42
naciones que finalmente fueron inscritos.
Los Juegos,
además, enrolarán a 800 jueces y árbitros, en tanto la cifra de
periodistas acreditados para su cobertura asciende a 1 231 (3 600
contando el personal técnico) de unos 89 medios de comunicación.
¿La seguridad?
Parece que no supondrá ningún problema, toda vez que se han
movilizado hasta 11 000 policías para vigilar las sedes, con 650
cámaras para monitorear todo cuanto acontezca.
Las colas para
adquirir los últimos boletos tampoco decrecen y conforme avanzan las
horas solo iban quedando disponibles para el fútbol, el boxeo, el
baloncesto y la equitación, entre una cantidad de deportes cada vez
más exigua. Señal inobjetable de que el fin de la cuenta regresiva
se aproxima y pronto, muy pronto, resonará la Fiesta de América.
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