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 Camino a Guadalajara 2011

¿Saltará “Skippy” sobre el tercer oro?

HAROLD IGLESIAS MANRESA
harold.iglesias@granma.cip.cu

Siempre sonriente, incluso con casi el triple de su peso corporal sobre los hombros, Sergio Álvarez Boulet (56 kg) enrumba su preparación hacia dos objetivos: sumar otra medalla a su bolsa mundialista (2-2-4) y subir por tercera vez a lo más alto del podio panamericano, en Guadalajara.

Foto: Ricardo López HeviaLa potencia, explosividad y maestría hacen de Sergio un serio competidor.

La carencia de condiciones para continuar en la gimnasia artística en la EIDE de Matanzas, disciplina en la que se inició a los 5 años, lo obligaron a los 13 a moverse hacia las pesas, fundamentalmente por el hecho de practicarse en un área especial seminterna. Ya al año siguiente, en sus primeros Juegos Escolares, rompió los récords de los 46 kg.

Según confiesa, quizá su paso por la gimnástica le haya ayudado sobremanera: "en 18 años ‘fajado’ con los hierros nunca he tenido lesiones severas".

De este lado del Atlántico no hay quien levante más que "Skippy", como le dicen sus compañeros de equipo y amigos. Aparece anclado en el séptimo escaño del ranking del orbe, con biatlón de 267 (116-151) conseguidos en el panamericano del deporte el pasado año en Guatemala. El colombiano Carlos Berna, 264 (112-152) es su más cercano perseguidor, junto al también matancero Carlos Hernández, 264 (118-146).

"Berna es muy competitivo y fuerte en el envión, pero técnicamente su arranque no es bueno", argumentó Álvarez, quien concursará en tierras tapatías con 32 años recién cumplidos.

¿Con el pie derecho en Winnipeg?

Era mi estreno en un evento multideportivo, sentí la presión de los Juegos, pero psicológicamente estaba seguro. Venía de ser campeón mundial juvenil en 1997 y subtitular en esa misma instancia en el 98. Además, había superado a todos mis rivales en los certámenes continentales de la disciplina.

Y llegaron las plusmarcas en Río de Janeiro¼

A Río llegué entero, había ganado el envión en el Mundial de Santo Domingo’06, aunque el tope nacional lo impuse en el Manuel Suárez del 2000, con 157,5 kg. Las plusmarcas de 271 (120-151) conseguidas en Brasil así lo demuestran. Aunque ese no fue mi mejor momento, sí el ciclo 2000-2004, en el que por indisciplina me perdí los Juegos Olímpicos de Atenas.

¿En deuda con las citas estivales?

Sí, siempre la presión de iniciar la competencia me ha afectado.

¿Compensada la relación envión-arranque?

Actualmente no, cuando era juvenil tenía buen arranque, con el tiempo arrastré algunas deficiencias técnicas en ese movimiento, pero mi potencia se centra en el llamado clean and jerk, donde poseo nivel mundial.

¿Guadalajara y el futuro inmediato?

No hay otra meta que ganar los Juegos sobre los 270 (120-150), y luego buscar la clasificación para Londres’12 en el Mundial de París (del 5 al 13 de noviembre). Una vez más tendré el peso sobre mis hombros, por el hecho de abrir en el equipo y la tensión de mantener el quinto puesto de Antalya’10 para poder inscribir seis halteristas en la cita londinense. Estoy enfocado y poniéndole todo a las dos sesiones diarias de entrenamiento, cerca de cinco horas.

Seguro de sus metas "Skippy", quien desde su retorno al elenco nacional tras el Manuel Suárez de marzo último está siendo tutorado por el entrenador principal Jorge Luis Barcelán.

 

11 de agosto 2011

 

 

 

Equipo de Ediciones Digitales de Granma
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