La carencia de condiciones para continuar en la gimnasia
artística en la EIDE de Matanzas, disciplina en la que se
inició a los 5 años, lo obligaron a los 13 a moverse hacia
las pesas, fundamentalmente por el hecho de practicarse en
un área especial seminterna. Ya al año siguiente, en sus
primeros Juegos Escolares, rompió los récords de los 46 kg.
Según confiesa, quizá su paso por la gimnástica le haya
ayudado sobremanera: "en 18 años ‘fajado’ con los hierros
nunca he tenido lesiones severas".
De este lado del Atlántico no hay quien levante más que "Skippy",
como le dicen sus compañeros de equipo y amigos. Aparece
anclado en el séptimo escaño del ranking del orbe, con
biatlón de 267 (116-151) conseguidos en el panamericano del
deporte el pasado año en Guatemala. El colombiano Carlos
Berna, 264 (112-152) es su más cercano perseguidor, junto al
también matancero Carlos Hernández, 264 (118-146).
"Berna es muy competitivo y fuerte en el envión, pero
técnicamente su arranque no es bueno", argumentó Álvarez,
quien concursará en tierras tapatías con 32 años recién
cumplidos.
¿Con el pie derecho en Winnipeg?
Era mi estreno en un evento multideportivo, sentí la
presión de los Juegos, pero psicológicamente estaba seguro.
Venía de ser campeón mundial juvenil en 1997 y subtitular en
esa misma instancia en el 98. Además, había superado a todos
mis rivales en los certámenes continentales de la
disciplina.
Y llegaron las plusmarcas en Río de Janeiro¼
A Río llegué entero, había ganado el envión en el Mundial
de Santo Domingo’06, aunque el tope nacional lo impuse en el
Manuel Suárez del 2000, con 157,5 kg. Las plusmarcas de 271
(120-151) conseguidas en Brasil así lo demuestran. Aunque
ese no fue mi mejor momento, sí el ciclo 2000-2004, en el
que por indisciplina me perdí los Juegos Olímpicos de
Atenas.
¿En deuda con las citas estivales?
Sí, siempre la presión de iniciar la competencia me ha
afectado.
¿Compensada la relación envión-arranque?
Actualmente no, cuando era juvenil tenía buen arranque,
con el tiempo arrastré algunas deficiencias técnicas en ese
movimiento, pero mi potencia se centra en el llamado
clean and jerk, donde poseo nivel mundial.
¿Guadalajara y el futuro inmediato?
No hay otra meta que ganar los Juegos sobre los 270
(120-150), y luego buscar la clasificación para Londres’12
en el Mundial de París (del 5 al 13 de noviembre). Una vez
más tendré el peso sobre mis hombros, por el hecho de abrir
en el equipo y la tensión de mantener el quinto puesto de
Antalya’10 para poder inscribir seis halteristas en la cita
londinense. Estoy enfocado y poniéndole todo a las dos
sesiones diarias de entrenamiento, cerca de cinco horas.
Seguro de sus metas "Skippy", quien desde su retorno al
elenco nacional tras el Manuel Suárez de marzo último está
siendo tutorado por el entrenador principal Jorge Luis
Barcelán.