viernes 22 de julio de 2011
Camino a Guadalajara 2011
Cali 1971: “Explosión” cubana
ENRIQUE
MONTESINOS
montesinos@granma.cip.cu
A nadie se le ocurriría obviar al jamaicano Donald Quarrie y al
cubano Pedro Pérez Dueña como los astros del atletismo en los VI
Juegos de Cali 1971. Aunque hubo 20 campeones de Estados Unidos, de
24 posibles, ninguno resplandeció universalmente como aquellos.
Los
baloncestistas cubanos festejaron esta victoria sobre Estados
Unidos, como el bronce Olímpico de Munich al año siguiente.
Quarrie igualó con 19.8 la primacía para los 200 m, además de
conquistar los 100 y colaborar con la tercera dorada de Jamaica como
rauda flecha en el cierre de la posta corta.
Pedro Pérez Dueña, un jovencito de 19 años y constitución física
aparentemente impropia para el triple salto, no contaba como
vencedor de estelares del rango del brasileño Prudencio, subcampeón
olímpico y por minutos recordista mundial (17.27) durante aquella
fiesta de marcas de los Olímpicos México’68, terminada por el
soviético Victor Saneiev con 17.39.
Pero la noche del 5 de agosto de 1971 el cubano adquirió
protagonismo desde su primer intento, con un 16.92 pulverizador de
la primacía continental más antigua, 16.56 del coloso Adhemar
Ferreira Da Silva desde México’55.
Inspirado, el hoy médico dejó pasmados a entendidos y profanos al
estirarse seguidamente hasta un coto de leyenda por entonces,
¡17.40!, récord del mundo, superior por la mínima al de Saneiev.
Andrés
Molina fue titular en Winnipeg y por lesión no asistió a Cali, donde
su novel sustituto, Emilio Correa, defendió exitosamente los 67 kg.
Santiago de Cali obtuvo la sede en los anteriores Juegos de
Winnipeg y contó con 31 países en son competitivo del 31 de julio al
13 de agosto, 2 996 participantes, 20 deportes y 194 pruebas.
En el atletismo femenino acompañaron a Pérez Dueña las lanzadoras
Carmen Romero, disco, y Tomasa Núñez, jabalina, fallecida después en
plena juventud, ambas con récords.
Los puños cubanos volvieron como los mejores, cuatro de once
coronas, pues se incluyó la categoría de 48 kg, con dominio de
Rafael Carbonell. Repitieron Enrique Regüeiferos, en 63,5; Rolando
Garbey, de nuevo en 71; y se sumó en 67 Emilio Correa, novel
sustituto del lesionado campeón anterior Andrés Molina.
No pasamos por alto el debut del mejor peso completo aficionado
de todos los tiempos, Teófilo Stevenson, bronce al perder frente a
Duane Bobic, la llamada Gran Esperanza Blanca, cuya aureola de
invencible destrozó al año siguiente en Munich’72, noqueándolo en el
tránsito semifinal hacia el primero de sus tres cetros olímpicos.
OTROS DEPORTES INDIVIDUALES
Cintillos periodísticos mereció la
épica cuarteta de 100 km contra reloj —Galio Albelo, Aldo Búfalo
Arencibia, Roberto Menéndez y Pedro Rodríguez—, oro histórico del
pedalismo cubano a ese nivel.
La esgrima repartió 9 medallas per
cápita para Estados Unidos (5-2-2) y Cuba (3-4-2). La gimnasia
cubana obtuvo 5 de 7 entre varones y Estados Unidos las 6 femeninas
para encabezar el bello deporte, lo mismo que en lucha, en cuyo
colchón sus gladiadores llavearon 7 de 10 divisiones, mas Cuba
líderó en metales, 10 (3 de oro y 7 de plata).
En la plataforma de pesas nueve
divisiones repartieron 36 juegos de preseas, segundo deporte
cuantitativo, con 30 para Estados Unidos y 28 para Cuba, mejor el
primero en oros, 19 por 7.
Ocho conjuntos de Cuba ascendieron al
podio de premiaciones, con mención para la novena beisbolera en su
invicta reconquista del gallardete. También brilló el voleibol, en
pareja. Subtítulo en polo acuático y bronces en fútbol y baloncesto
(m y f).
Al compendiar los resultados globales
se aquilató la proeza del deporte cubano, flamantemente instalado
detrás de Estados Unidos. Un año antes la Isla "detonó" en los
Juegos Centroamericanos y del Caribe, pero ni soñar con desplazar a
naciones de mayor desarrollo, muy superiores en territorio y en
población.
El lema: ¡En Cali, 1 por 3!, solo
promovía tantas medallas como en las tres citas anteriores. Más
resultó batido con creces, pues de 72 (14-24-34) se llegó en salto
de excelencia hasta 105 (30-49-26).
La explosión continental aturdió con
la conquista de seis títulos más que los 24 de cinco Juegos previos
y por apenas cinco no igualó de un tirón las 110 preseas tricolores
acopiadas desde Buenos Aires’51.
Estados Unidos volvió a puntear
cómodo en la tabla, 105 oros, pero con 15 menos, no obstante las 24
pruebas más que en Winnipeg.
En colectivos tuvo un perfil
intrascendente al solo ganar en polo acuático y naufragó hasta en su
patrimonial baloncesto (m), ausente de los seis primeros puestos
cuando jamás había tropezado. Papel decisivo jugó la costosa derrota
a manos de Cuba, 69-73, pues Brasil aventajó al quinteto isleño
73-68 y aunque cayó frente a Estados Unidos 79-81, auriverdes y
antillanos dejaron en la cuneta del grupo a los norteños por
diferencia de puntos.
Así fue Cuba segunda en Cali. Así
continuaría.
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