Gigante
de estatura y como boxeador, pero también como ser humano, el
tunero Teófilo Strevenson ha escrito una de las más
impresionantes páginas de la historia del movimiento deportivo
cubano.
En su tránsito por los Juegos Olímpicos, "Pirolo", como le
llaman sus amigos, logró la hazaña de ganar tres coronas en los
pesos superpesazos, algo inigualable hasta el momento. En 1980
al conquistar su tercer pergamino, empató un récord, el del ya
desparecido púgil húngaro Lazlo Pap, quien también alcanzó la
trilogía de diademas, pero en diferentes categorías de peso.
Otro de los esgrimistas de los cuadriláteros que posee la misma
marca es el cubano Félix Savón, ya alejado del ring, quien
completó la hazaña en la división de los 91 kilogramos.
Su
primera victoria bajo los cinco aros se registró en Munich, en
1972, para lo cual tuvo que dejar en cuartos de final a su más
enconado adversario, el estadounidense Duane Bobick, la llamada
Esperanza Blanca. Aquel fue un desquite de los Juegos
Panamericanos de 1971, en Calí donde el norteño venció al
espigado tunero.
En la ciudad alemana Teófilo salió decido a acabar rápido el
asunto, y ante el asombro de los presentes, pero no de los
cubanos, ni del propio Teófilo, la "Esperanza" se esfumaba ante
los demoledores puños cubanos.
Su segunda corona llegó en Montreal, donde también tuvo que
liquidar a otro estadounidense, John Tate, un fanfarrón que
había declarado que en el segundo asalto sería el vencedor. Y
sí, terminó en ese round, pero por fulminante Ko de Stevenson.
Y
en Moscú-1980, la final le deparó un difícil final ante el púgil
soviético Piort Sabe, que llegó hasta el round tercero, pero con
holgada ventaja para el cubano. Fue también Teófilo tres veces
campeón mundial.
Se especuló mucho sobre una posible pelea entre él, y el
legendario Mohamed Alí, la cual según el propio Stevenson
hubiera sido interesante. Sin embargo… "ahora no me arrepiento
de no celebrar aquel encuentro, porque soy un gran amigo de Alí,
nos hemos conocido y ha surgido una amistad muy sincera y bella,
que va mucho más allá de quienes fuimos nosotros en un ring.
Digo, que es un gran hombre".
Uno
de los rasgos más característicos de Teófilo, lo que le valió
ser merecedor del trofeo Fair Play (Juego Limpio), que otorga el
Comité Olímpico Internacional, fue de no castigar a sus
oponentes. Su mano derecha era literalmente prohibida, pero
nunca abuso ante rivales de menor consideración, incluso ni
cuando en la pelea alguno de sus oponentes salía impetuoso y
descuidaba la defensa. Stevenson se dedicaba en esos casos a
marcar puntos. Solo si lo requería hacía uso de su terrífica
arma mortal.
Como
poseedor de una de las pegadas más potentes en la historia del
boxeo aficionado mundial, le preguntamos, quién le había pegado
más duro, y respondió: Jugren Fanghanael, un alemán, que por
suerte, los golpes más duros me los dio en los antebrazos. Y a
quién le pegó más duro: a él, pero como aguantaba.
Teófilo Stevenson es triple
campeón olímpico (1972, 1976, 1980), triple campeón mundial
(1974, 1978, 1986) y doble campeón panamericano (1975, 1979).
Además, 6 veces campeón centroamericano y caribeño (1979-74,
1977, 1982) y 12 veces campeón nacional de Cuba (de 1971 a
1986).