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Presidentes del COI:
DEMETRIUS
VIKELAS (1894-1896)
La continuidad en la dirección olímpica ofreció al COI la
necesitada primitiva solidez y por dicha razón Pierre de
Coubertin, luego de aceptada la propuesta de que Atenas (1896)
fuera la primera anfitriona del primer certamen, seguida de París
(1900) y San Luis, Estados Unidos (1904), planteó el interés
porque Vikelas dirigiera la institución.
Era un prestigioso comerciante y hombre de letras, bien visto
en la corte del rey Jorge I, lo cual brindó la posibilidad de
conseguir el apoyo logístico imprescindible para llevar a cabo la
celebración de los I Juegos Olímpicos de la Era Moderna en
Atenas, a escasos kilómetros de Olimpia, el sitio original. En
tal sentido consiguió convencer a un millonario griego residente
en Egipto, apellidado Averoff, quien desde Alejandría donó un
millón de francos-oro destinados a la reconstrucción del estadio
Panatenaico.
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PIERRE
DE COUBERTIN (1896-1925)
Nació en París en 1863, en un hogar de la aristocracia
franco-italiana. Estudió en un Colegio Jesuita y los continuó en
la Facultad de Ciencias Políticas de París. Posteriormente
se trasladó a Inglaterra en busca de un modelo de reforma
educativa, y visitó la Rugby School, escuela pública que le
brindó las bases para la reforma que él quería implementar.
Formó numerosas sociedades deportivas, pero aspiraba a una
sociedad universal. por ello, en1894 en la Sorbona, se reunieron
representantes de 14 países, y se reorganizaron a partir de allí
los Juegos Olímpicos modernos. Fundó el Comité Olímpico
Internacional, el que presidió hasta 1925 y eligió a Atenas como
sede de los primeros Olímpicos modernos de verano, que se
realizaron en 1896.
Publicó, entre otras obras, La educación en Inglaterra
(1888), Universidades transatlánticas (1890) y una
trilogía pedagógica, publicada entre 1902 y 1916, formada por
las siguientes obras: La gimnasia utilitaria, El análisis
universal y El respeto mutuo. |
HENRI
DE BAILLET-LATOUR (1925-1942)
Nacido el 1 de marzo de 1876, se convirtió en el más cercano
colaborador del barón de Coubertin.
Entró al COI en 1903, a los 27 años. Diplomático de carrera
y miembro del Consejo Superior de Educación Física de Bélgica,
fue un asiduo jinete y un atleta que supo utilizar su influencia
para obtener la organización de los Juegos de 1920 para Amberes,
pese a las condiciones prevalecientes tras la posguerra.
Tuvo una misión especial: a encomienda del barón Pierre de
Fredy, fue el elegante emisario que debía hacer florecer el
espíritu olímpico en cada rincón del planeta. De su discurso
dependería el futuro del deporte mundial. Y cumplió.
Falleció de un infarto mientras dormía, durante su mandato,
el 6 de enero de 1942, tras habérsele anunciado la muerte de su
hijo en un accidente de avión en Inglaterra, durante un combate |
J.
SIGFRID EDSTRÖM (1946-1952)
Con la desaparición de los dos viejos guardianes del
academicismo olímpico, el COI precisaba cierta renovación, luego
de que los cambios registrados en el mundo al concluir la II
Guerra Mundial impusieron nuevas concepciones. La persona escogida
para asumir las riendas de la institución fue el sueco J. Sigfrid
Edström , nacido el 21 de noviembre de 1870, súbdito de un país
neutral, deportista de los pies a la cabeza y primer presidente de
la Federación Internacional de Atletismo Amateur (FIFA) en 1912.
Ese mismo año, como organizador de los Juegos Olímpicos de
Estocolmo asumió con gran sentido de responsabilidad la
introducción de novedosas técnicas y reglamentos en varias
pruebas.
Bajo su dirección fueron reanudados los Juegos en Londres
(1948) y Helsinki, Finlandia, desarrolló los de 1952. En estas
dos sedes, la unidad homogénea de los atletas, federativos y el
público rescató los sanos principios del Olimpismo. |
AVERY
BRUNDAGE (1952-1972)
Es la figura más controvertida en el seno de la institución.
Brundage era estudiante de ingeniería en la Universidad de
Illinois, cuando llegó sexto en la prueba de pentatlón y no
finalizó en la del decatlón de los Juegos de Estocolmo, pero
nunca aceptó el par de victorias conquistadas en tales pruebas
por su compatriota Jim Thorpe. Algún tiempo después, Brundage
denunció a Thorpe ante el Comité Olímpico de los Estados Unidos
como atleta profesional y en el alegato señaló que cobró la
suma de 50 dólares para jugar en un juego de béisbol.
Durante la Era Brundage aparecieron una buena parte de los
numerosos problemas afrontados en la actualidad por el Movimiento
Olímpico Internacional, entre otros, la comercialización, los
patrocinadores, la publicidad y la expedición de licencias para
la explotación comercial de los emblemas olímpicos.
Sin embargo, tampoco es posible pasar por alto que bajo su
mandato, por primera vez, los Juegos Olímpicos abrieron las
puertas a dos sedes trascendentales, Tokio, Japón (1964), y a la
América Latina, Ciudad de México (1968), además de la entrada
masiva de los países africanos. A la edad de 82 años no se
presentó a la reelección en Munich, Alemania (1972) y falleció
un año después. Había nacido el 28 de septiembre 1887
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LORD
KILLANIN (1972-1980)
La llegada de Killanin a la máxima jefatura coincidió con
nuevos cambios en la dirección de algunas federaciones
internacionales, hasta ese momento regidas por ciudadanos
británicos de recio abolengo aristocrático (entre ellos sir
Stanley Rouss, de fútbol, y el marqués de Exeter, de atletismo),
sustituidos respectivamente por el brasileño Joao Havelange y el
italiano Primo Nebiolo.
Los europeos lucharon a brazo partido por recuperar la
presidencia olímpica y entre los anglosajones los dos principales
candidatos fueron el propio marqués de Exeter y Killanin. El
primero no aceptó la propuesta y de hecho pasó al primer plano
el segundo, considerado un periodista perspicaz, con refinado
sentido del humor y jinete consumado en sus años mozo.
Lord Killanin afrontó a pecho descubierto los tres sonados
boicots consecutivos que amenazaron seriamente la estabilidad del
Movimiento Olímpico Internacional: Montreal, Canadá (1976),
Moscú (1980) y Los Ángeles (1984).
Killanin nació el 30 de julio de 1914 y fue elegido miembro
del COI en 1952. Murió en abril de 1999. |
JUAN
ANTONIO SAMARANCH (1980-2001)
Vive por y para el deporte desde la adolescencia. Amante del
deporte, fue un destacado jugador de hockey sobre patines,
llegando a convertirse en seleccionador nacional. Fue electo
miembro del Comité Olímpico Español en 1954 y en 1966 ingreso
en el COI. En 1968 fue Jefe de Protocolo, en 1970 es elegido
miembro del Ejecutivo y en 1974 vicepresidente.
Tuvo también responsabilidades políticas al cumplir su
misión como embajador español en Moscú desde 1977 hasta 1980,
año en que asumió la presidencia del COI.
Con Samaranch se incrementó el marketing para dotar al COI de
una base segura y se intensificó la lucha contra el dopaje desde
el caso.
A Samaranch se debe la creación de un Museo Olímpico con sede
en Suiza. En 1988 le galardonaron con el Premio Príncipe de
Asturias de Deportes.
Tras abandonar el cargo al frente del COI, Samaranch fue
designado como Presidente de Honor de ese organismo rector del
deporte mundial. |
JACQUES
ROGGE (2001)
Jacques Rogge, el octavo presidente del COI, asumió el cargo
el 16 de julio del 2001 en la 112 Sesión de ese organismo,
celebrada en Moscú.
Nació el 2 de mayo de 1942, en la ciudad belga de Ghent.
Aunque es de profesión ortopédico, participó en los Juegos
Olímpicos de México-1968, Munich-1972 y Montreal-1976 en las
competencias de yatismo y fue miembro del equipo nacional de rugby
de Bélgica.
Entre 1988 y 1992 fue presidente del Comité Olímpico de
Bélgica y elegido en 1989 presidente de la Asociación Europea de
Comités Olímpicos Nacionales. Es miembro del COI desde 1991 y en
1998 pasó a ser miembro de su dirección ejecutiva. |
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