Cubanos no encuentran el podio

Bolt, más cerca del cielo

Ariel B. Coya, enviado especial

LONDRES.—El mundo se detuvo, dejó de girar, seguramente, y la carrera se hizo eterna en apenas nueve segundos: los 9.63 que tardó Usain Bolt en reeditar su título olímpico de los 100 metros —rebajando en seis centésimas su propio récord— para igualar al mítico Carl Lewis (1984 y 1988) con dos oros consecutivos.

FOTO: RICARDO LÓPEZ HEVIAFOTO: RICARDO LÓPEZ HEVIA

“He dado un paso más para ser leyenda, que es lo que quería aquí, pero todavía tengo que defender el oro en los 200 metros”, declaró el relámpago jamaicano, que tronó por el carril siete para zanjar cualquier debate en la carrera más rápida de la historia, con todos los hombres —menos Asafa Powell, lesionado— por debajo de los 10 segundos.

En ese mano a mano, su compatriota Yohan Blake (9.75) relegó a los tres estadounidenses a la lucha por el bronce, que a la postre se colgó Justin Gatlin (9.79). De modo que, después que los británicos Jessica Ennis, Greg Rutherford y Mo Farah hicieran delirar al público en el Estadio Olímpico de Stratford, al coronarse cada uno sensacionalmente en el heptatlón, el salto largo y los 10 mil metros, el show el domingo se lo robó Jamaica.

Mientras, en el triple salto (f), el oro lo alcanzó la heptatleta kazaja Olga Rypakova —piernas larguísimas, pelo rubísimo—, única esta vez que rozó los 15 metros (con 14,98) y coronó un podio casi calcado al del Mundial de Daegu 2011, solo que ahora con un ordenamiento distinto, pues la colombiana Caterine Ibargüen (14,80) y la ucraniana Olha Saladuha (14,79) acabaron segunda y tercera, en una final en la que la cubana Yargeris Savigne, con un discreto 14,12 tras tres intentos, quedó fuera de la disputa de las medallas.

Mucho más pasó en la jornada: la etíope Tiki Gelana dominó la maratón femenina con una plusmarca olímpica (2:23.07 horas), Ezequiel Kemboi (8:18.56) sostuvo el imperio de Kenya en los 3 000 metros con obstáculos, el sudafricano Pistorius quedó fuera de la final de los 400 m lisos.

YARELIS NO PUDO ESTA VEZ…

Simplemente, no pudo ser. Hace cuatro años, Yarelis Barrios, la tenaz discóbola cubana, hubiera ganado el oro con ese lanzamiento de 66,38 metros. Este sábado, aunque volvió a ponerle el corazón de siempre y superó con creces el envío con que había conquistado la plata entonces, la subcampeona olímpica de Beijing se quedó a las puertas del podio, cuarta, en una lid formidable y en la cual la croata Sandra Perkovic mandó a volar el disco hasta los 68,11 que luego estiraría en un metro exacto para superarse a sí misma con un récord nacional y rebasar a todas las competidoras.

En tanto, la rusa Darya Pishchalnikova, puntera del listado de la temporada, confirmó su buen momento con un 67,56 que tumbó a la china Yanfeng Li (67,22) a la tercera plaza.

“Pensé que me iba a ir mejor, competí bien, estable en torno a los 64-65 metros, que es lo que hago siempre. Pero sabía que si se tiraba más de 67 iba a ser difícil. Ellas lo hicieron mejor y merecían ganar las medallas”, ahondó.

Yarisley Silva intentará desafiar a la zarina rusa Yelena Isinbayeva en el salto con pértiga (f), luego de una clasificación en la que todas las finalistas se empinaron hasta los 4,55 metros —por debajo de los 4,60 exigidos— y la brasileña campeona mundial Fabiana Murer resultó eliminada.

Y en las vallas largas, los dos cubanos quedaron fuera de la final, aunque Omar Cisneros hizo su mejor marca de la temporada (48.23), superando el crono con que el jamaicano Leford Green (48.61) dominó la tercera manga, en un heat durísimo que encabezaron los dos grandes favoritos: el boricua Javier Culson (47.93) y el estadounidense Angelo Taylor (47.95).

6 de agosto de 2012

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