Una “mordida” con polémica

Ariel B. Coya, enviado especial

LONDRES.—“Esto es increíble. En la historia del judo, primera vez que vemos algo así”, clamaba el entrenador Justo Noda, entre molesto y perplejo, al volver de la mesa de los jueces sin otro razonamiento o explicación, después de que a Oreydi Despaigne, el judoca cienfueguero de los 100 kg, lo descalificaran ante el uzbeco Ramziddin Sayidov.

Oreydi, visiblemente consternado tras su descalificación. FOTO: RICARDO LÓPEZ HEVIA, ENVIADO ESPECIAL

“Hemos ido a la mesa del presidente (el comisionado Rafael) Manso y yo, y dice que el árbitro lo había apreciado así, que cuando el uzbeco le tiró la mano, Oreydi le mordió el dedo. Pero no me ha enseñado la acción”.

Noda, obviamente, se refería a la repetición del combate en el video, la tecnología para revisar decisiones arbitrales en el judo que debuta precisamente en estos Juegos. “Esa fue toda la explicación que nos dieron y no hubo derecho a reclamar”, concluyó el preparador sobre “algo que nunca había presenciado en 40 años que llevo” en los tatamis. Mientras, Oreydi, cabizbajo, se lamentaba.

“Ha sido injusto… Totalmente injusto. A mí me partieron la boca, me metieron el dedo en la boca y ninguno de los árbitros lo quiso ver”, afirmó el doble medallista de bronce mundial, tras acabar el combate, en el que iba dominando a su rival por un wazari frente a dos yuko, cuando este protestó de una supuesta mordida en su mano derecha durante un agarre y se produjo la polémica decisión, a solo 25 segundos del final.

Con el éxito en esa pelea, Oreydi hubiera avanzado a cuartos, con la posibilidad de seguir aspirando a una medalla en el repechaje, pero lo único que logró sacar fue un corte en el labio tras el encontronazo, sin poder explicarse cómo pudo suceder semejante situación en un torneo de primer nivel.

Esa polémica arbitral, sin embargo, no ha sido la primera en estos Juegos, donde los jueces están en el ojo del huracán por el tremendo y controvertido impacto de una serie de decisiones que han afectado a otros atletas. En la esgrima, la gimnasia, el polo acuático, el boxeo… y el judo mismo.

Hace unos días solamente, el sudcoreano Jun-Ho Cho fue desposeído del triunfo ante el japonés Masashi Ebinuma en los cuartos de final de los 66 kg, después de que fuera modificada la primera decisión, unánime, de los tres árbitros. Y anteayer a Asley González, en la final de los 90 kg, el también sudcoreano Dae-Nam Song le imprimió un hematoma en el ojo derecho que para los jueces pasó inadvertido.

No son excusas de mal perder, sino cosas que pasan —y seguirán pasando en el deporte— por la subjetividad que acompaña a muchas decisiones, incluso con ayuda de la tecnología. Aunque, como expresó el director de la Unión Panamericana de la disciplina, Carlos Díaz, hay errores “que han sido garrafales” tras los cambios que la Federación Internacional (IJF, por sus siglas en inglés) impuso desde el 2011. “Los árbitros están muy presionados, pues ahora tienen unos audífonos en los que escuchan indicaciones de la comisión de arbitraje. Están siendo unos títeres, no tienen decisión propia”, dijo.

CHARLANDO CON DAYMA

A este último criterio se sumó la cubana Dayma Beltrán, submonarca olímpica de Sydney 2000 y Atenas 2004, para quien “el arbitraje de judo en estos Juegos Olímpicos ha dejado mucho que desear”.

“Desde el momento en que desde una mesa te están diciendo al oído qué es lo que puedes hacer y qué no, los árbitros pierden totalmente la independencia y los dos de las esquinas ya no cumplen ninguna función. Es algo increíble”, comentó.

Sobre su presencia en el centro Excel como entrenadora de México, explicó que hace tres meses la llamaron para preparar a Vanessa Zambotti, quien compite en los pesos completos, como ella lo hacía, aunque al final terminó haciéndose cargo también del subtitular panamericano Nabor Castillo (60).

“Realmente prefiero seguir siendo atleta”, respondió divertida, cuando le preguntamos cómo vive ahora los combates fuera del tatami, “porque es mucho el nervio y siempre quieres que tu atleta gane, como me pasó el otro día con Nabor, aunque solo había trabajado con él tres semanas”.

Respecto a las posibilidades de Idalis Ortiz (+78) y Oscar Brayson (+100) hoy, se mostró optimista, “pues son dos atletas de muy buen nivel, que siempre se crecen, como lo demostraron en Beijing”. Y tampoco dudó en celebrar la plata conquistada por Asley: “Realmente impresionante,” con una sonrisa.

3 de agosto de 2012

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