Debut ganador del boxeo

Robeisy pega primero

Ariel B. Coya, enviado especial

LONDRES.—El que pega primero, pega dos veces… y también tiene derecho a soñar con el podio olímpico, que diría Robeisy Ramírez (52 kg), el primer cubano en comparecer y resultar airoso, por 19-7 frente al japonés Katsuaki Susa, en el torneo boxístico de estos Juegos.

FOTO: MARCELINO VÁZQUEZ

En el centro Excel, ante una grada abarrotada, el más bisoño de los púgiles antillanos —cumplirá 19 años el próximo mes de diciembre— tenía la misión de “romper el hielo” por su escuadra. Pero esa presión no lo arredró para nada, sino que emergió de la esquina azul seguro de sí mismo y solventó el desafío con la flema de un veterano. Justo así, salió a presionar a su rival desde el comienzo, moviéndose por todo el ring y hostigándolo en cada intercambio, sobre todo a partir del segundo asalto, cuando por fin dominó por completo la tensión de su estreno bajo los cinco aros. Hasta pulir ese holgado veredicto.

No en vano, al término del combate, igual se mostró tranquilo. “Todo estaba bien preparado, a nivel táctico y sicológico”, afirmó el cienfueguero, quien de esta forma sumó otro escalón en su ascenso meteórico: Campeón mundial juvenil y de los Juegos Olímpicos de la Juventud en Singapur hace dos años, monarca panamericano en Guadalajara en el 2011, y ahora un adversario a tener en cuenta que fabula con una medalla en esta cita.

Aunque no ha visto el organigrama “para concentrarme solo en la pelea del día”, Robeisy ya sabe que el próximo viernes se medirá al tailandés Chatchai Butdee, quien despachó 24-10 al turco Selcuk Eker.

Antes, por supuesto, treparán al cuadrilátero todos sus compañeros —en los matches de hoy Yosbany Veitía (49 kg) y el bronce de Beijing 2008, Roniel Iglesias (64)—, pero él, de momento, ya pegó el primero.

EL AMARGO ADIÓS DE LUPE

Para la experimentada judoca de los 57 kg, Yurisleidys Lupetey, fue la despedida más amarga.

“En Londres quiero cerrar mi carrera por todo lo alto”, nos había comentado risueña, al conquistar el oro panamericano en Guadalajara. Pero no pudo ser. Pese a dejar atrás un mar de lesiones y prepararse a conciencia durante meses, la medallista de bronce en Atenas 2004 y campeona mundial en Múnich 2001 no pudo retornar en la capital inglesa al podio olímpico que tanto anhelaba.

En su primera salida venció a la griega Ioulietta Boukouvala por yuko, tras aplicarle una técnica de Seoi-nage (técnica de hombro); pero luego no consiguió superar a la rusa Irina Zabludina en otro combate trabado y arisco, en el que fue sorprendida por su rival, cuando mediaba la Regla de Oro (tiempo extra), y se quedó sin opciones de avanzar al menos a la repesca.

De ahí que, al pasar por la zona mixta, no confirmó su despedida de los tatamis, pero en su rostro cabizbajo lucía la mirada acuosa de quien sabe que estos pudieran ser sus últimos Juegos Olímpicos.

Poco después, le siguió el camino la prometedora brasileña de 20 años y subcampeona mundial Rafaela Silva, anegada en llanto por no haber avanzado tampoco a la fase de cuartos, en una división en la que Japón halló al fin su primer título por intermedio de Kaori Matsumoto, que destronó a la italiana Giulia Quintavalle, monarca en Beijing 2008, y batió en la final a la rumana Corina Caprioriu.

Los bronces fueron para la estadounidense Marti Malloy y para la francesa Automne Pavia. Mientras, el ruso Mansur Isaev (73 kg) sorprendió aquí a propios y extraños al alzarse con el oro frente al campeón mundial vigente, el nipón Riki Nakaya, luego de haber apeado también al favorito sudcoreano Ki-Chun Wang, doble monarca del orbe y plata hace cuatro años en la capital china.

31 de julio de 2012

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