Cuba se despidió de la Liga Mundial del 2011 tras caer en la tercera fecha de la fase final del torneo frente a Estados Unidos en duelo que obligó a consumir los cincos sets.

Tras la victoria en la primera manga, los estadounidenses, apoyados en los aportes de Matthew Anderson, el hombre grande del partido, tejieron dos triunfos consecutivos. Que precisaron a los antillanos al todo o nada en aras de seguir con vida en el choque.

Fue Anderson un jugador que no solo hizo daño en el ataque, sino que fue decisivo en el efectivo bloqueo de su equipo, pues marcó cuatro de lo s16 puntos que consiguieron los ganadores por ese concepto; sumele además dos unidades por su potente saque.

Cuba tuvo nuevamente en Wilfredo León y Henrry Bell sus dos baluartes en el desafío. León totalizó 20, de ellos 17 por sus remates y tres en la defensa de la net, mientras su compañero marcó con 20 ataques y un bloqueo.

En este último choque, el técnico Orlando Samuels le dio participación a 10 de sus doce jugadores. El pasador Leandro Macías tuvo la oportunidad de desempañarse en cuatro de los parciales y en el cuarto y el quinto asumió la misión toda la ruta.

En definitiva la Mayor de las Antillas cumplió una exigente competencia y a nuestro juicio dejó una grata impresión de cara al mundo y para sus seguidores, pues demostró que pese a la renovación de un 50 por ciento del cuadro regular supo lidiar con la elite de este deporte, con las mismas posibilidades de éxito que sus adversarios

Por supuesto que hay cosas que se llevan como problemas a resolver. Primero encontrar los jugadores que sean capaces de oxigenar desde la banca a los titulares y entres ellos es vital solucionar el segundo pasador.

Por lo demás, solo queda felicitar a quienes arrancaron a fines de mayo desde Sudcorea y que ahora regresan a la Patria, con el sano orgullo de haber cumplido con su afición.