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Noticias Fernando Hernández Atacar frente a gigantes Alfonso Nacianceno, enviado especial
Mientras aguardamos por los choques de jueves y sábado, por qué no hablar con el atacador opuesto, trascendental a la ofensiva gracias a sus fortaleza, estatura y mañas para eludir al bloqueo rival. Contrario a sus homólogos europeos, el zurdo capitalino de 21 años, Fernando Hernández, no rebasa los dos metros, pero ocupa ese puesto como regular en la selección cubana desde el 2010. Mides 1,96 metros, ¿cómo escapas de los bloqueadores? Comencé de auxiliar en los juveniles, pero en el equipo hizo falta asumir esta responsabilidad. Trabajo bastante la fuerza y la resistencia, además de un servicio potente que dificulte el recibo. Como casi siempre ataco ante dos o tres bloqueadores, lo hago contra sus manos, buscando pasar la bola; de otra manera no burlaría a contrarios de 2,10 y hasta 2,15 de altura, pues carezco de un buen salto. (Tal vez por estas razones no anotó más de 20 puntos por juego). ¿Por qué te sentaron en el primer partido contra Italia? Increíblemente ese día estaba atacando libre y al no ser lo habitual, boté varios remates por la línea de fondo. El opuesto no escoge sobre qué pase actuar, ¿aún así, tienes alguna preferencia? Al pasador la bola no siempre le llega con calidad y quizá te la envía incómoda, pegada a la net, hacia atrás, alta o rápida a la esquina, por eso has de prepararte. ¿Una opción a mi gusto? Los lances rápidos por la posición dos. El acomodador Yoandri Díaz... Jugué con él la Liga Nacional; sin embargo, Yoandri no era regular, así que entendernos tomará tiempo. Confío más cuando me pasan Osmani Camejo y el líbero Keibel Gutiérrez. Conocen mis características, pues llevamos tiempo juntos en el terreno. ¿Y la preparación en la altura antes del certamen? Aquel entrenamiento en Perú no fue bueno. Siempre trabajamos sobre cemento, incluso en Lima. Eso pudo afectar las rodillas y la columna vertebral a varios compañeros, porque cualquier movimiento incómodo o una caída desbalanceada, te lesiona. De regreso a La Habana, debimos sumar a varios novatos y para ellos la Liga es muy fuerte todavía. Si fuiste atacador auxiliar, ¿por qué no ayudas en el recibo? Me encantaba recibir, hace unos cuatro años no lo hago, y al pasar a opuesto perdí flexibilidad en función de la fuerza. ¿Duermes bien? En las giras eso siempre afecta la relación trabajo-descanso. La semana pasada, en Italia, me despertaba a las dos de la madrugada y solo conciliaba el sueño mucho más tarde. A eso súmale los constantes cambios de horario. En Sudcorea jugamos a 48 horas de haber llegado, y perdimos en el debut. ¿Qué es hoy lo esencial para la selección cubana? Lo primordial es unirnos. Entre los jugadores hacíamos reuniones aparte de las convocadas por los entrenadores, donde analizábamos los problemas y nos preparábamos para los partidos. Esa práctica la estamos rescatando, amén de que Wilfredo León comenzó ahora como capitán y poco a poco irá ganando experiencia para guiar a un colectivo muy joven. |
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