Copa Mundial de Fútbol Alemania 2006

Alemania se despide a lo grande

La ocasión fue propicia para que se luciese Bastian Schweinsteiger, autor de dos sensacionales dianas, y de cuyas botas también partió el tercero, al ejecutar un golpe franco que Petit introdujo en su propia portería

Hace veintinueve días, Alemania empezó con gran estilo su campaña mundialista, imponiéndose por un margen de dos goles. El sábado repitió la gesta, con un 3-1 sobre Portugal que le otorgaba el bronce en un torneo del que ha sido una de las formaciones más positivas y prolíficas en ataque, algo a lo que los hinchas han contribuido enormemente con su entusiasmo y hospitalidad.

La ocasión fue propicia para que se luciese Bastian Schweinsteiger, autor de dos sensacionales dianas, y de cuyas botas también partió el tercero, al ejecutar un golpe franco que Petit introdujo en su propia portería. Y fue asimismo una noche para el recuerdo de dos grandes de la época moderna: el fabuloso portugués Luís Figo, que rubricó su despedida del fútbol internacional dando la asistencia del gol del honor de su equipo en los instantes finales, y Oliver Kahn, guardameta titular de la Nationalmannschaft durante muchos años, que anunció su retiro de la selección tras el pitido final. Lo mismo sucedía con Pauleta, capitán en este encuentro debido a la suplencia de Figo.

Mientras que Alemania pudo celebrarlo y olvidar sus lágrimas de hace cuatro días, cuando Italia le negó la oportunidad de disputar la final, Portugal pudo al menos deleitarse con el tanto de Nuno Gomes al filo de la hora, gracias a un exquisito centro de Figo. Hasta ese momento, parecía que los lusos iban a hacer las maletas decepcionados por no haber podido marcar en sus tres últimos partidos. Sin embargo, el cuarto puesto representa un resultado sensacional para los hombres de Luiz Felipe Scolari, el mejor de su historia desde 1966, cuando fueron terceros.

El duelo por el bronce suele deparar bastantes goles, una media de 3.93 en los quince anteriores, y no constituyó ninguna sorpresa que el Gottlieb-Daimler-Stadion de Stuttgart contribuyese a la tradición con un nuevo espectáculo.

Tras una primera parte sin tantos, el partido daba la impresión de ir a romper aquella tendencia, pero no fue así en absoluto. Después de todo, la selección alemana es la más goleadora de la competición, con 14 goles. Y esta vez, aunque Miroslav Klose y Lukas Podolski, Mejor Jugador Juvenil, no lograsen ver puerta, el artífice del triunfo fue un centrocampista ansioso por reivindicarse después de no haber jugado la semifinal ante Italia.

Los dos cañonazos con los que Schweini perforó la meta de Ricardo hicieron que la elección del mejor jugador del partido fuese obvia. El primero fue un disparo envenenado que se coló entre los brazos del arquero.

El segundo gol llegó a raíz de un lanzamiento de falta de Schweinsteiger que Petit introdujo en su propia portería. Luego, a falta de 12 minutos, el futbolista del Bayern de Múnich volvió a correr desde la banda hasta la frontal y envió otro durísimo tiro ante el que nada pudo hacer Ricardo.

Tal y como había prometido, Jürgen Klinsmann devolvió la titularidad a Kahn bajo palos para darle la oportunidad de jugar en una Copa Mundial de la FIFA en su país. Robert Huth esperaba participar en su segundo partido del torneo, pero una lesión sufrida durante el calentamiento le impidió actuar, y Jens Nowotny lo hizo en su lugar.

El encuentro también se vio privado de la chispa de Michael Ballack, también lesionado. En los primeros compases Portugal realizó algunos ataques interesantes, a través de un inteligente juego combinativo. En el minuto 15 Simão envió un buen pase para Pauleta, pero el guardameta adivinó las intenciones del capitán portugués, otro que decía adiós a los colores de su selección.

El entusiasmo de Klose por obtener la Bota de Oro le hizo pecar de egoísmo en los primeros diez minutos, en una jugada en la que Podolski estaba mejor situado. Su desempeño prometía mucho, pero acabó siendo sustituido sin que pudiese aumentar su registro de cinco goles, marcados en los cinco primeros partidos de Alemania. No obstante, a menos que Thierry Henry se desboque en la final, Klose tiene asegurado el título de máximo anotador.

 

   

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