Impenetrable, indescifrable, sin
fisuras, así fue la defensa del equipo de Italia ante el de Ghana
en el debut en la Copa Mundial Alemania-2006 de estas dos
selecciones.
Andrea
Pirlo.
Italia mostró su poderío, tanto
por su acostumbrada custodia de su cabaña, como por lo que sabe
hacer a la ofensiva. Creo disímiles situaciones de gol con su
delantera, bien alimentada por un medio campo liderado por Andrea
Pirlo, que no solo por el primer gol, sino por como jugó durante
todo el desafío se ganó la preciada condición de mejor jugador
de la porfía.
Sabían los italianos de la
velocidad de los africanos, sin embargo ni fueron rebasados por
ella y mucho menos estuvieron complicados por esa cualidad, pues
si bien los de Ghana bajaban muy rápido, incluso con la pelota,
mostrando habiliades, lo cierto que Italia siempre tuvo una
respuesta defensiva, además seguida de una buena salida ofensiva.
Pero si Italia mostró esas
credenciales, fue porque Gahna la obligó. Los africanos no fueron
arrollados, al contrario su exigente ritmo de juego requiere de
que el rival juegue como lo hizo la escuadra azurri. Hacen su
debut, mas ya enseñaron que no son carne fresca.
Fue así que llegó el segundo gol,
de Vincenzo Iaquinta, ya en las postrimerías del choque como para
sepultar cualquier aspiración de empate de los ghaneses. Fue
justamente esa anotación un ejemplo de buen cerrojo y una
respuesta de ataque letal, en la que Iaquinta marcó precisamente
por su velocidad para rebasar a la defensiva adversaria y luego
definir cómodamente, pero con clase.
Con un dominio total de lo que
ocurrió en la cancha de juego, Italia se sacudió de la mala
imagen que dejó en la fase iniicial de la pasada Copa Mundial, en
el 2002, cuando en la primera fase, solo ganó uno de sus partidos
y luego octavos cedió ante Sudcorea por Gol de Oro.