El
equipo inglés del técnico Sven-Göran Eriksson salió por la
puerta ancha en su debut en la Copa del Mundo de Fútbol
Alemania-2006, al vencer a Paraguay por marcador de 1-0, en lo no
pocos especialistas han calificado de merecida victoria.
En el partido los ingleses hicieron
un excelente trabajo de defensa que llegó hasta el control del
medio campo, impidiéndole a su adversario la factura de
situaciones de peligro en su arco.
Por lo que se vio durante el choque
Frank Lampard y Steven Gerrard fueron los grandes protagonistas.
Inciaron o participaron en todas las jugadas de ataque de
Inglaterra, pero además, estuvieron de lujo en el aspecto
defensivo.
La superioridad inglesa, traducida
en el manejo y rimo del encuentro durante los primero 45 minutos,
y el nerviosismo de Paraguay en esa mitad fueron las
características principales del segmento inicial del juego, que
encontró temprana decisión, cuando en el minuto tres, David
Beckham cobró una falta que la envió sobre el punto de penal,
pero allí encontró la cabeza del paraguayo de Gamarra que la
anidó en su propia cabaña.
Sin embargo, y pese al calificativo
de merecida victoria, a esta Inglaterra de estreno en Alemania le
faltó chispa o al menos no enseño su poderío. En el
complementario se aferró a su único gol, como si pensarán solo
en lo que queda del mundial y no en ponerle más carácter al
desafío que se convirtió prácticamente en un bostezo, con todo
y que Paraguay disfrutó de más posesión de la pelota, la cual
movió con más frescura y agilidad, pero sin lograr el objetivo
supremo de anotar.
Lo trascendente de este duelo fue
que la fecha en que se jugó, 10 de junio, pasó a ser el día con
más goles en contra en la historia de los mundiales, con cuatro.
Al de Gamarra, hay que sumarle los del sudcoreano Cho Kwang Rae en
1986, el escocés Kris Boyd y el marroquí Mustapha Chippo, ambos
en 1998.