Port
Elizabeth — Dos goles de Luis Suárez pusieron hoy a Uruguay
entre los ocho mejores de un Mundial de fútbol por primera vez en 40
años, al batir a Sudcorea por 2-1 en un intenso partido jugado bajo
la lluvia en Port Elizabeth.
Suárez abrió el marcador a los ocho minutos de juego
y lo cerró a los 80, después de que Lee Chung Yong empatara a los
68, en el primer partido de octavos de Sudáfrica 2010.
Los uruguayos, dos veces campeones del mundo,
jugarán por un lugar en semifinales con el ganador del partido que
disputan hoy Estados Unidos y Ghana.
La última vez que la selección "charrúa" había
estado en cuartos de final fue en México 1970, donde cayó en las
semifinales ante Brasil, a quien también podría encontrar en la
ronda de los cuatro últimos en Sudáfrica.
La pelota fue propiedad de los surcoreanos, pero más
bien daba la sensación de que la tenía cedida por parte de los
uruguayos. Los sudamericanos se sienten cómodos sin el balón,
esperando al rival para salir al contragolpe.
Es una seña de identidad, un argumento definitorio
al que Uruguay nunca renuncia. En su once inicial había tres
delanteros, Diego Forlán, Suárez y Edinson Cavanni, pero todo
Uruguay se siente comprometido con la contención.
El doble campeón mundial es un equipo muy difícil de
batir, pero con un gol a favor, su propuesta futbolística se
reafirma. Y el 1-0 llegó muy pronto, en el minuto ocho de partido.
Cavani abrió a la banda izquierda buscando a Forlán.
El "10" uruguayo centró con rosca al área. Y el balón se paseó entre
el arquero y la defensa para llegar hasta el segundo palo, donde
Suárez lo esperaba solo para rematar.
La pelota al poste que lanzó apenas tres minutos
antes Park Chu Young, el más activo pero el menos preciso de los
atacantes surcoreanos, era ya un susto remoto. Uruguay tenía el
partido donde quería y lo iba a jugar como más le gusta.
En una de sus contras, un disparo de Máximiliano
Pereira topó dentro del área con la mano de Ki Sung Yueng, pero el
árbitro alemán Wolfgang Stark no vio nada punible.
El 2-0 pudo llegar poco después del descanso, cuando
la lluvia caía ya con fuerza sobre el estadio Nelson Mandela. Pero
Suárez pecó de individualista y su disparo desde fuera del área fue
atajado por el arquero.
Sudcorea tenía que reaccionar. El equipo asiático
buscó ensanchar el campo y entrar por las bandas, pero no mostró la
misma intensidad de presión que en encuentros anteriores.
Su máxima estrella, Park Ji Sung, no fue el jugador
todoterreno de la primera fase y su única presencia destacable fue
un cabezazo flojo que atrapó Muslera.
El gol del empate llegó en una jugada confusa en el
área uruguaya en el minuto 68. Victorino despejó mal un tiro libre
enviado desde la izquierda y la pelota cayó en la cabeza de Lee
Chung Yong, que anotó el único tanto recibido hasta ahora por "La
Celeste".
Pero Uruguay supo reaccionar y apenas 18 minutos
después, Suárez hizo el gol de la tarde. El atacante del Ajax
recibió el rechace de un corner en una esquina del área, regateó
buscando el espacio hacia adentro y golpeó al balón con una rosca
que hizo inútil la estirada del portero.
El balón dio en el palo y se fue a la red. Faltaban
diez minutos para el final y el equipo uruguayo se fundió en un
abrazo colectivo, un homenaje a su forma de ver el fútbol.
Los surcoreanos, que estaban en unos octavos de
final por segunda vez en su historia -la primera fue en su propio
Mundial en 2002, cuando llegaron hasta semifinales-, lo intentaron
hasta el final.
Lee Dong Gook recibió dentro del área un preciso
pase en profundidad, pero Muslera le ganó el mano a mano y detuvo la
pelota en dos tiempos. No hubo tiempo para más. Uruguay jugará de
nuevo por recuperar su lugar entre los grandes.
(dpa)