¡Mesut Özil
rescató a Alemania!
Harold Iglesias
Del
olvido a la gloria, bien pudiera ser esa la caracterización de
Alemania, tras su estresante clasificación a octavos de final, de la
gracia del botín zurdo de Mesut Özil. Apretada victoria de 1-0 sobre
Ghana, en un partido que pintó parejo durante los 90 minutos y que
asegura también el visado a las estrellas negras.
Ghana se le plantó de tú por tú a la
Mannschaft, dispuesta a corroer la historia y casta de esa nación,
alejada en la fase de grupos únicamente una vez en citas
universales.
Cacau remató en el minuto tres de
pierna derecha, lanzando el aviso inicial, el propio Özil la tuvo
solo frente a Kingson y se la perdió en el 32, Bastian, Podolski y
Muller también lo intentaron, pero ante cada internada germana, los
de las estrellas negras, enfrascados en preservar el prestigio de
los elencos africanos, ripostaban con un contragolpe. Eso sí nunca
apareció quien diera el tiro de gracia, — último toque—. Con tal
paridad y expectantes por su posible clasificación concluyó el
primer parcial. Ni que decir sobre el enojo manifiesto de Joachim
Löw en el banquillo.
Con la mesa servida y el boleto en
juego salieron ambos combinados al parcial de la verdad.
Se enredó entonces el carrete de
juego en el medio campo, balones divididos, pases inseguros y salvo
raras excepciones, ninguna oportunidad convincente de gol.
Ahí apareció Özil nuevamente,
haciendo gala a su mote de "Messi germano". El volante ofensivo de
origen turco y 21 años de edad sacó a pasear su potente zurda desde
fuera del área y dejó sin opciones a Kingson. El grito ahogado de
¡gol!!!!! no se hizo esperar en el 60 y el jugador del Werder Bremen
prácticamente llevó a sus huestes un paso adelante. Los teutones,
punteros de la llave D con seis unidades se las verán frente a
Inglaterra, uno de sus más enconados rivales en el entorno
balompédico.
Hurgando en la historia reapareció el
recuerdo de la final del mundial de 1966, ganada por los británicos
4-2, Hat Trick incluido de Geoffrey Hurst, en el tiempo extra, tras
el abrazo a dos del reglamentario. ¿Acaso nos regalarán otro
partidazo?