Bloemfontein
— Soñó durante varios minutos, pero al final no se le dio: Sudáfrica
venció por 2-1 a Francia pero no le alcanzó para clasificarse y
quedó eliminado de su Mundial al igual que su ilustre y atormentado
rival.
El resultado deja a los anfitriones, primeros de la
historia en no avanzar a octavos de final, terceros con cuatro
puntos, los mismos que México, derrotado por Uruguay por 1-0. Los
mexicanos pasan de ronda por su mejor diferencia de gol junto a la
celeste, vencedora del Grupo A con siete puntos.
Los "Bafana Bafana" abrieron el marcador a los 20
minutos gracias a la falla en un corner del arquero Hugo Lloris y el
cabezazo implacable de Bongani Khumalo. El 2-0 llegó a los 37
minutos a través de Katlego Mphela, que definió abajo del arco un
centro de Tsepo Masilela.
Descontó Florent Malouda a los 70 tras una
desatención defensiva y un desborde por la derecha de Franck Ribéry.
Fue un tanto que no sirvió para evitar el ridículo francés: última
de su grupo con apenas un punto y envuelta en un escándalo de
alcance histórico.
Al partido, más que el gol de Khumalo para el 1-0,
lo rompió la expulsión de Yoann Gourcuff a los 25 minutos. El
mediapunta del Girondins de Burdeos estaba siendo hasta ese momento
de lo más destacado de Francia dentro de un duelo parejo.
Pero el "ocho" fue a disputar una pelota arriba
incrustando el codo en la cara de su oponente. El colombiano Oscar
Ruiz, tal vez con demasiado celo, decretó la tarjeta roja y el
descalabro galo ya no estuvo sólo en el vestuario, sino también
sobre el césped.
A partir de allí, salvo algunas aproximaciones
circunstanciales de los dirigidos por Raymond Domenech, el primer
tiempo fue de dominio local, llevados en andas por la pasión de su
público, alentados por el gol de Uruguay en Rustenburgo, que
acercaba la clasificación.
Mphela caldeó más el ambiente con el 2-0. Los "Bafana
Bafana" necesitaban sólo dos tantos más. Pudo llegar el tercero,
pero una jugada que terminó en la red francesa fue anulada por un
fuera de juego ajustado.
En el segundo tiempo, Domenech intentó mover fichas:
adentro Malouda, fuera André Gignac. No sirvió de demasiado durante
un buen rato. A los 51, Mphela reventó el palo en un mano a mano con
Lloris y siete minutos después enrojeció las estiradas manos del
arquero francés con un gran remate desde afuera del área.
El desacreditado técnico de los "bleus" recurrió a
Thierry Henry, pero el partido siguió igual. A los 62', otra vez el
"uno" le ganó a Mphela, un Freddy Krueger piadoso: era una pesadilla
para la defensa "bleu", pero no la liquidaba, era misericordioso con
ella.
El partido era pura emoción, jugado a corazón
abierto. México seguía 1-0 abajo y los dos goles que le faltaban a
los anfitriones eran posibles. Pero llegó el pase en profundidad de
Bakary Sagna, la siesta de la defensa amarilla ante la entrada en
profundidad de Franck Ribéry y Malouda puso el 2-1.
No se apagaron las vuvuzelas, pero sí perdió fuerza
el fuego interno sudafricano. Sudáfrica intentó pero ya no fue con
tanta determinación, tocada anímicamente. Su rival siguió mostrando
lo del resto del campeonato: una total falta de ideas.
Los "Bafana Bafana" lloraron con la frente alta
entrar en la historia como el primer anfitrión en 19 ediciones de
Mundial en no pasar primera ronda. Francia hundió su cara en el
césped por un vergonzoso Mundial que quedará marcado en negro
azabache en sus libros. (dpa)