Harold Iglesias

Pudiera decirse que el partido Inglaterra-Argelia se comportó como dos partes de una película un tanto monótona, guión enrevesado, y pocos puntos climáticos, al punto de que uno de los mejores arietes del mundo Wayne Rooney, tuvo un accionar acorde al gélido clima existente en Sudáfrica, lo que se traduce en que ningún balón realmente venenoso ancló en sus pies.

Eso volvió a suceder en la definición. Dos once carentes de ideas, un nudo férreo en el medio sector intentando por todos los medios pero sin imaginación anidar un balón en las redes rivales.

Si Capello en la primera mitad arengó a sus huestes, hoy de seguro no podrá dormir, tratando de explicarse como un elenco del relieve de Inglaterra no pudo imponerse ante los tímidos zorros del desierto.

Ahora otro apartado se suma al árido bombo de las boletas para octavos de final. La "comodidad" le pertenece a Eslovenia, cuatro unidades, en tanto Estados Unidos e Inglaterra le secundan con dos, y cierra Argelia con un punto. Cruciales, los partidos de la tercera jornada, cuando Eslovenia y precisamente la tropa de Capello se jugarán el todo por el todo.