Estadio: Nelson Mandela Bay, Port Elizabeth
Asistencia: 38,294
Árbitro: Alberto Undiano Mallenco

Alineaciones. Alemania (ALE): 1: Manuel Neuer; 3. Arne Friedrich, 17. Per Mertesacker, 14. Holger Badstuber (23. Mario Gomez, min. 77), 16. Philipp Lahm; 6. Sami Khedira, 7. Bastian Schweinsteiger; 11. Miroslav Klose, 8. Mesut Özil (19. Cacau, min. 70), 10. Lukas Podolski, 13. Thomas Müller (21. Marko Marin, min. 70). DT Joachim Löw. Serbia (SRB): 1. Vladimir Stojkovic; 20. Neven Subotic, 5. Nemanja Vidic, 3. Aleksandar Kolarov, 6. Branislav Ivanovic; 10. Dejan Stankovic, 22. Zdravko Kuzmanovic (19. Radosav Petrovic, min. 75), 18. Milos Ninkovic (4. Gojko Kacar, min. 70), 14. Milan Jovanovic (8. Danko Lazovic, min. 79), 17. Milos Krasic; 15. Nikola Zigic. DT Radomir Antic. Gol: Milan Jovanovic (38) de pierna izquierda

 

VS.
Serbia gana!!!!! Arde el grupo D!!!!

Harold Iglesias

Aún con un hombre menos en la cancha durante casi 55 minutos de juego Alemania conservó su estirpe ganadora, intentó por todos los medios la igualada pero el gol simplemente no cayó. Al final los serbios preservaron el 1-0 y con tres puntos pusieron al rojo vivo la llave D, — tres naciones abrazadas a otros tantos puntos, los germanos, Ghana y Serbia—.

Costosísimo error del goleador Klose, quien además se perderá el próximo encuentro frente a las "estrellas negras".

Incluso a punto de acariciar la igualada estuvieron los bávaros, pues en el 60 Nemanja Vidic bajó un balón en el área con la mano, copia fiel del penal decretado en contra de su armada ante Ghana, que marcó el resultado definitivo. Ahora también se decretó la pena máxima sobre dicha jugada al minuto 60, pero un poco de ingenuidad de Podolski en el cobro, —no le dio la suficiente potencia ni comba a su disparo de zurda—, y la intuición del guardameta Vladimir Stjkovic al tirarse hacia donde iba la Jabulani.

El gol de serbia también contó con la "cooperación" teutona.

El encuentro tenía buen ritmo, y la lucha se antojaba trabada en el medio campo con ambos elencos apostando al contacto físico y el ir y venir por las bandas, buscando desbordes y centros efectivos.

Ahí vino el error, si se le puede llamar así, del delantero Miroslav Klose: ya había sido amonestado por entradas fuertes a jugadores serbios y en el minuto 36 otra falta justo en la línea de la media cancha, sector aparentemente inofensivo, propició su segunda cartulina amarilla y la consiguiente expulsión. La reacción de los serbios no se hizo esperar.

Milos Krasic desbordó por la banda derecha, ganándole la espalda a Badstuber, y mandó el centro al segundo palo para que Zigic, quién sino el gigante de 2.02 metros, bajase el balón de cabeza y Milan Jovanovic fusilara de pierna izquierda al arquero Manuel Neuer al minuto 37 dentro del área chica. Juega Alemania con uno menos y con el 1-0 en contra el partido se le pone cuesta arriba.

Al DT Joachim Löw no ocultaba su ansiedad, sacrificó al lateral izquierdo Badstuber, e introdujo al delantero Mario Gómez, mandó a Cacau por Ozil y al jovencito Marko Marin por Thomas Müller, o sea quemó las naves en busca de la igualada.

Se repitió así la historia del mundial de Chile 1962, cuando la ex Yugoslavia eliminó a la Mannschaft con idéntico marcador en cuartos de final.

 
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