Harold iglesias

Ya lo habíamos dicho, los pronósticos en el mundial se hacen sal y agua, como se dice popularmente y eso precisamente hizo México, con su primera victoria de la historia sobre Francia, sonado 2-0 que coloca casi en octavos de final al Tri y pone en punto de mate a los galos del loco Doménech, incapaces de anotar en 180 minutos.

Triunfó el que mejor jugó sobre la cancha, México, lo intentó desde el pitazo inicial, el vasco Aguirre apostó por un fútbol ofensivo, circularon en el sector de ataque Gio dos santos, Pablo Barrera, Cuautémoc Blanco, Guillermo Franco y Carlos Vela, quienes preocuparon el arco de Hugo Lloris, hasta que lograron batirlo en par de oportunidades.

La primera materializada por Javier Hernández en una arrancada en el minuto 64. Totalmente habilitado anidó el balón de pierna derecha, ante la incertidumbre de la zaga de los franceses, lo mismo que la segunda perforación, penal provocado por Eric abidal, sin opciones para frenar a pablo barrera que se internó por velocidad en el área chica y que luego cobró el decano de los arietes aztecas: Blanco, fuerte, raso, de pierna derecha y rozando el palo, inalcanzable para Hugo Lloris.

Inaudito pero cierto, se corroboró algo que con anterioridad se venía manejando: esta Francia tiene sus cerebros colmados de telarañas, en cambio México aportó el deseo, los goles, el éxito, la celebración y por que no el buen fútbol.