Da
gusto ver jugar a Chile. Luego de Alemania y Argentina, los
australes son los que mejor fútbol han mostrado en la Copa Mundial,
algo que no asombra, pues la Roja llegó a Sudáfrica con el aval de
clasificarse como escoltas de Brasil en la competitiva zona
sudamericana.
En su debut, los hombres del argentino Marcelo
Bielsa lanzaron su candidatura en este Mundial, que sigue teniendo
pésimos registros goleadores, apenas 1.6 tantos por encuentro. Los
chilenos apostaron por un juego abierto, con mucho flujo por las
bandas, ocupadas fundamentalmente por Matías Fernández, Alexis
Sánchez, Mauricio Isla y Arturo Vidal, quienes desarticularon la
estrategia defensiva de los catrachos.
Y es que no se podía esperar otra cosa de Bielsa,
consciente del potencial que tiene en la Roja, un conjunto plagado
de jugadores talentosos, con muy buenas maneras con el balón en los
pies.
Los mencionados Fernández y Sánchez albergan un
cúmulo impresionante de ideas para crear y desequilibrar, y lo
demostraron todo el partido con muchas jugadas que pusieron en vilo
a la defensa hondureña, preocupada además por la magia de Jorge
Valdivia, un futbolista diferente que es el cerebro de Chile.
El "mago", como le conocen por su país, fue la otra
arma de Bielsa para poner en práctica un fútbol que, en este
Mundial, no han conseguido selecciones de gran nivel como Brasil,
Holanda o Francia.
Sin
embargo, el gol de chilenos llegó por una veloz internada del
lateral derecho, Mauricio Isla, quien centró y casi por fortuna el
balón golpeó a Jean Beausejour y entró en la portería de Noel
Valladares.
Después, Chile tuvo un sinfín de oportunidades que
no concretó, tal vez por la ausencia de un goleador implacable como
Humberto Suazo, lesionado. Sánchez, jugador del Udinese italiano,
fue el que más cerca estuvo de ampliar la diferencia con un basto
arsenal de jugadas individuales y habilitaciones a sus compañeros,
demasiado lentos a la hora de definir.
Pese a esta falta de gol, Chile demostró que es la
alternativa a España en el grupo H, más que nada por el fútbol
limpio y ofensivo que hilvanó durante noventa minutos frente a un
rival que, a pesar de no exigirle mucho, también enseñó buen fútbol,
pero no suficiente como para prolongar la racha negativa de los
australes en Copas del Mundo, que databa de 1962.
La selección de Chile debuto triunfante al derrotar por la mínima a
su similar de Honduras y así se agenció los primeros tres puntos que
se reparten en el grupo H. El único gol del partido llegó en el
minuto '34 por intermedio del centrocampista Jean Beausejour. El
accionar de los pupilos del Loco Bielsa fue impresionante,
procuraron una verdadera clase de fútbol a sus rivales quienes se
mostraron limitados tácticamente y técnicamente de cara al gol,
tanto así que en la segunda mitad no remataron nunca a los tres
palos.