No
hay dudas que los equipos asiáticos viajaron a Sudáfrica con el
cartel de Cenicienta, pero con el desenlace de sus presentaciones
iniciales han borrado todo vestigio de sotaneros y de golpe se han
ubicado entre los países con opciones de pasar a la siguiente fase.
El primero en inclinar la balanza a su favor fue
Sudcorea, tras superar a los vetustos y lentos griegos por 2-0,
ahora Japón, de la mano de su estrella Keisuke Honda, doblegó 1-0 a
Camerún, algo que muy pocos se atrevieron a presagiar.
Tras unos primeros compases que daban a los leones
indomables como favoritos, atendiendo a su ligero dominio en la
media cancha, la primera clarinada llegó en el minuto ocho con una
combinación de Eto´o, Webo y Makoon pero solo quedó en eso amenaza.
Imprecisiones en los pases, denso accionar en la madia cancha y
demasiados balonazos en busca de una contra efectiva, marcaron el
juego de ambos elencoas hasta que…
Corría el minuto 38, y un desborde de Daisuke Matsui,
bastante activo por el sector derecho, culminó con un centro hasta
el corazón del área, bajado con clase y rematado por Honda hacia el
fondo de las redes.
El volante del CSKA Moscú se convirtió, un día
después de cumplir 24 años, en el segundo japonés más joven en
anotar en mundiales,— el primero fue su coequipero Junichi Inamoto a
los 22 en la cita que coauspiciaron con Sudcorea en el 2002.
Otra grata noticia fue la primera sonrisa de los del
Imperio del Sol Naciente en magnas competiciones fuera de casa,
quienes apostaron en los 45 minutos conclusivos por preservar la
ventaja.
El segundo tiempo fue un asedio camerunés al arco
nipón buscando a por todas la igualada, al punto de ingresar el
ariete Mohamadou Idrissou, Achille Emana y Geremi, todos de corte
ofensivo.
Sin embargo la opción más clara fue de los samurais
al minuto 86 con un potente disparo cruzado desde fuera del área de
su capitán Makoto Hasebe, desviado por el arquero camerunés.
Los samurais azules hicieron honor a su mote,
sacaron la katana y se hicieron de tres valiosísimas rayas, para
igualar con Holanda en la cima del E.
Del otro lado Camerún cayó así en la lista de
perdedores del continente negro en tierra propia, acompañando a
Nigeria y Argelia.