Estadio: Loftus Versfeld, Pretoria
Asistencia: 38 833 espectadores
Árbitro: Héctor Baldassi (Argentina)
Asistentes: Ricardo Casas (Argentina)
Hernán Maidana (Argentina) 

Alineaciones. Serbia: Vladimir Stojkovic (1), Aleksandar Lukovic(13),
Nemanja Vidic (5), Aleksandar Kolarov (3), Branislav Ivanovic (6),Nenad Milijas (11) Zdravko Kuzmanovic (22) por Milijas min 62, Dejan Stankovic (10), Milan Jovanovic (14) Neven Subotic (20) por Jovanovic min 76, Milos   Krasic (17), Marko Pantelic (9), Nikola Zigic (15) Danko Lazovic (8) por Zigic min 70. DT: Radomir Antic. Ghana: Richard Kingson (22), Isaac Vorsah (15), John Mensah (5), Hans Sarpei (2), John Paintsil (4), Kevin-Prince Boateng (23) Lee Addy (19) por Boateng min 91, Anthony Annan (6), Asamoah Gyan (3) Quincy Abeyie (20) por Gyan min 92, Kwadwo Asamoah (21) Stephen Appiah (10) por Asamoah min 73, Andre Ayew (13), Prince Tagle (12). DT: Milovan Rajevac. Gol: Asamoah Gyan en el minuto 83 de penal, tras mano en el área de Kuzmanovic

 

VS.
GHANA 1 – SERBIA 0

Ghana explota las fisuras de Serbia

Ariel. B. Coya

Tras casi tres jornadas disputadas, tal parece ser la dinámica de este Mundial que cuando los partidos no cuajan en un agónico empate se resuelven con una estreñida victoria como demuestra un dato rotundo: Hasta el momento únicamente Sudcorea ha sido capaz de transformar dos dianas.

En ese sentido, el choque entre Ghana y Serbia no fue tampoco la excepción, al presentarse tan trabado como se esperaba, pero con más expectativas de gol que el magro 1-0 con el que finalmente quedó saldado. En él, las Estrellas Negras dinamitaron casi por azar el muro defensivo de su adversario y lograron el primer triunfo africano del Mundial ante un conjunto balcánico, que cada cuatro años asiste a estos certámenes como un país diferente. Hasta 1998 fue Yugoslavia y en 2006 apareció como Serbia y Montenegro, antes de figurar como Serbia "a secas" tras su última atomización.

El choque proponía además un duelo de banquillos entre dos camaradas joviales como Radomir Antic y Milovan Rajevac, quien sorprendió a propios y extraños al dejar en la banca ghanesa a dos todoterrenos como Stephen Appiah y Sulley Muntari. Qué motivos tuvo para ello es algo que se ignora completamente, aunque quizá semejante decisión podría justificar muy bien su estampa. En contraste con Antic, altivo y sereno hasta el instante del gol, Rajevac, con una corbata que pareció recomendarle la suegra, irrumpió en el partido con más aire de haber trasnochando en un bar cercano que otra cosa. Pero nada que ver, pues en definitiva fue su planteamiento táctico el que terminó imponiéndose frente al de sus compatriotas.

Ambos elencos salieron en busca de la victoria sin especular atrás y rápidamente Pantelic quiso sorprender con un disparo relampagueante que se marchó fuera tras el saque inicial. Un intento fallido, tras el cual se sucedieron las ráfagas de ocasiones en una y otra área.

Poco a poco, sin embargo, fueron las Estrellas Negras las que comenzaron a merodear más seguido en torno al arco rival. Aún sin la voz de mando de su estelar figura Michael Essien (ausente del certamen por una lesión no curada a tiempo), el combinado ghanés explotó su potencia física ante la mayor envergadura (y por consiguiente menor rapidez) de su contrario. Así terminó generando mucho más peligro con varias contras de vértigo.

No obstante, ni siquiera esto parecía inclinar la balanza a su favor por lo cual debió ser la propia Serbia la que colaborase en su derrota, con dos fallas imperdonables que la condenaron a ejercer el papel de siempre. Un equipo compacto que arriba a los torneos con aspiraciones muy serias, pero que a la larga termina marchándose tras una demostración exigua de lo que en realidad aglutina en su arsenal.

De ahí que, tal como le ocurrió momentos antes a Argelia con la pueril expulsión del delantero suplente Abdelkader Ghezzal, Lukovic se ganó la cartulina roja al agenciarse su segunda amarilla al minuto 73 en un claro agarrón a uno de los atacantes ghaneses. Pero lo peor estaba aún por llegar, pues irónicamente Serbia comenzó a funcionar mejor con diez jugadores en el campo que con 11 y el remedio que sacó Antic de la reserva resultó a la postre peor que la enfermedad.

Justo así, pudo ser Krasic el que estrenara el marcador, tras un mortífero pase de Lazovic que Pantelic no remachó, pero su disparo a bocajarro se topó en su trayectoria con el arquero Richard Kingson, con lo cual este consiguió festejar su cumpleaños 32 manteniendo su valla imbatida.

Acto seguido Kuzmanovic, que había entrado en el 62, despejó un balón con la mano dentro de su área y el árbitro Héctor Baldassi señaló correctamente el punto de penal. Asamoah Gyan no erró el cobro ante Stojkovic, a pesar de su presunta alergia goleadora, y aún tuvo tiempo para estrellar otro balón en el poste antes de marcharse sustituido casi al final, entre los aplausos de los simpatizantes ghaneses que colmaban la grada.

Serbia, muy atribulada, lamentó los insospechados resquicios de una defensa demasiado generosa, mientras Ghana, sonriente, comenzaba a soñar con la clasificación a octavos frente a Australia.

Ghana ganó con lo justo y tiene casi un pie en octavos

Su mejor condición física y velocidad, unido a una férrea disputa en la que sacó ventaja en el medio terreno, le propició a Ghana su victoria de un gol por cero sobre Serbia en el estadio Loftus Versfeld de Pretoria.

Los serbios pagaron bien caro sus indisciplinas tácticas: primero las dos tarjetas amarillas por faltas innecesarias de Lukovic, luego la costosa mano en el área de Kuzmanovic, la cual propició el penal victorioso, muy bien cobrado por Asamoah Gyan, máximo goleador ghanés en mundiales con dos dianas.

Así Milovan Rajevac, se impuso en el duelo a su amigo y coterráneo Radomir Antic desde el banquillo y el arquero de las estrellas negras Richard Kingson podrá festejar su cumpleaños con la victoria de sus huestes y los tres puntos que los sitúan momentáneamente en la cima del apartado D, casi con un pie en octavos de finales.

 
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