8 de junio   

Copa mundial de la FIFA atada al lastre del dinero

JOHANNESBURGO. — Invadido por el fenómeno de la mercantilización, del cual una federación tan poderosa como la FIFA no puede ni pretende escapar, dicho organismo repartirá esta vez 420 millones de dólares entre las federaciones participantes en la actual edición de la Copa del Mundo de fútbol, de los que treinta serán para la selección que levante el trofeo el próximo 11 de julio.

Nada más y nada menos que 120 millones más que en la edición de Alemania hace cuatro años, mientras en el de Corea del Sur y Japón 2002, se repartieron 199.

Lejos de escapar del acuciante fenómeno con el paso del tiempo el deporte y especialmente el fútbol por su condición de más universal se sumerge ante el empuje de la moneda, sean dólares, euros…, al punto de que ahora la cifra multiplica por diez la que se repartió hace veintiocho años, en el Mundial de España, disputado en 1982.

Tras el vencedor, el subcampeón percibirá veinticuatro millones y se repartirán veinte millones a los semifinalistas, dieciocho a los que jueguen los cuartos, nueve a los que alcancen los octavos de final y ocho a los que disputen la fase de grupos.

Además, se aportará un millón de euros a cada una de las asociaciones participantes en el torneo como contribución a la preparación de la competición.

También está previsto el reparto de cuarenta millones de euros entre los clubes cuyos jugadores tomen parte en el torneo por su contribución al mismo.

Solo resta cuestionarse ¿hasta cuándo seguiremos padeciendo y nos alejaremos de los principios de deporte cómo actividad lúdica proferidos por el Barón de Coubertin? ¿Dependerá en un futuro el alzar el trofeo únicamente del poderío monetario de las naciones inmersas?

 

 

 

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