28 de junio

En busca de un pase inédito

Aliet Arzola Lima, estudiante de Periodismo

Hoy se enfrentan dos equipos muy diferentes en la Copa del Mundo de Sudáfrica: Japón y Paraguay. Según la zona geográfica de donde proceden se pudiera pensar en unos asiáticos tímidos, sin mucho fútbol que enseñar, y en unos guaraníes muy ofensivos, arraigados a la tradición sudamericana en este deporte.

Sin embargo, la historia no puede ser más diferente. Estamos ante una selección paraguaya con grandes virtudes defensivas, con una rocosa zaga que nada debe envidiar a las mejores del planeta, y ante unos nipones que practican el jogo bonito a la asiática, con un fútbol vertical que tiene siempre en mente la portería rival.

Estos detalles presagian un duelo de los más disputados hasta el momento en el Mundial, pues además ambas selecciones buscan clasificarse por primera vez a cuartos, instancia en la que se medirían a las potentes España o Portugal.

Si revisamos la historia, Paraguay tiene mucha más experiencia que los nipones en esta fase, en la que se despidieron durante los mundiales de México`86, Francia`98 y Corea – Japón`02, motivo por el cual la selección que dirige el argentino Gerardo Martino quiere acabar con el maleficio de los octavos.

Para ello, además de su segura zaga, la línea más fuerte del equipo, los sudamericanos cuentan con una tríada de delanteros que no se puede subestimar, conformada por jugadores con experiencia en las principales ligas europeas: Roque Santa Cruz, del Manchester City, Nelson Haedo Valdez y Lucas Barrios, ambos del Borussia Dortmund.

Ellos, de conjunto, pueden poner en jaque a los nipones, particularmente el argentino nacionalizado Lucas Barrios, quien ha mostrado excelentes cualidades en esta Copa del Mundo.

Sin embargo, lejos de preocuparse por la ofensiva de su equipo, Martino debe prestar atención al ataque de Japón, once que se ha convertido en una de las revelaciones del Mundial, no solo por su clasificación a octavos, sino por las buenas maneras que han mostrado de cara a las porterías rivales.

Los samuráis han exhibido un repertorio letal en labores ofensivas, que incluye jugadas a balón parado como las que le dieron la victoria sobre Dinamarca en el cierre de la etapa clasificatoria. Además, los nipones cuentan con una virtud que puede ser mortífera para la defensa paraguaya: la velocidad.

Todos los delanteros nipones son verdaderas centellas, con una habilidad innata para desplazarse a altas revoluciones con el balón en los pies, algo que tal vez la ruda zaga sudamericana no pueda soportar.

Jugadores a seguir:

Nelson Haedo Valdez: se recuperó de una sobrecarga que lo obligó a salir del último partido contra Nueva Zelanda. Su potencia en el juego aéreo puede ser vital contra los nipones

Enrique Vera y Cristian Riveros: la ausencia de Víctor Cáceres –sancionado- los obligará a prestar mayor atención en labores ofensivas. Su duelo con Daisuke Matsui debe ser crucial

Justo Villar: el portero paraguayo deberá estar muy atento a los pases filtrados de los japoneses, que suelen moverse con desaforada velocidad. Además, el meta albirrojo tendrá que vigilar los tiros a balón parado de los nipones, devenidos en excelentes cobradores

Keisuke Honda: su golazo ante Dinamarca ha colocado las miradas sobre él. Su desborde y su disparo de media distancia puede complicar la zaga paraguaya

Daisuke Matsui: es el referente de la medular nipona. Controla y dirige muy bien el juego de su equipo. El duelo con Vera y Riveros está planteado

ALINEACIONES PROBABLES:

PARAGUAY: Justo Villar; Denis Caniza, Paulo Da Silva, Antolín Alcaraz, Claudio Morel; Enrique Vera, Cristian Riveros, Néstor Ortigoza; Roque Santa Cruz, Lucas Barrios y Nelson Haedo.

JAPÓN: Kawashima, Nakazawa, Tulio, Komano, Abe, Hasebe, Endo, Matsui, Nagatomo, Honda y Okubo.

ÁRBITRO: Frank De Bleeckere (BEL).
ESTADIO: Loftus Versfeld de Pretoria.

 

 

 

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