Ver a uno de los cracks con que cuenta el entorno
futbolístico hoy día en plenitud de forma siempre resulta
placentero.
Eso hizo el holandés Arjen Robben en el estadio Moses
Mabhida de Durban. El ariete se inventó un quite, tras un
pase en profundidad de Wesley Sneijder, dejó a dos defensas
eslovacos a sus espaldas y sacó el zurdazo raso que pasó
rozando el palo y dejó sin opciones al meta de Eslovaquia.
Corría el minuto 18, los tulipanes impusieron su juego
hasta el fin de la primera mitad y hasta ahora resuelven el
partido con el 1-0.