Holanda ya está en octavos, no hay
posibilidad alguna de que se quede fuera de los 16 mejores
de este Mundial. No obstante, la última jornada para los
tulipanes todavía reviste alguna importancia, pues se juegan
el primer lugar de la llave, que asegurarían solo con
empatar ante los leones indomables de Camerún, ya
eliminados.
Más allá, el partido no reviste mucha
importancia y puede ser propicio para que los tulipanes
ensayen las estrategias que pondrán en práctica en las
rondas decisivas. Por ejemplo, el técnico Bert van Marwijk
tiene la opción de colocar al único nueve "puro" que
convocó: hablamos de Klaas – Jan Huntelaar, quien sería el
complemento ideal para el fuerte mediocampo de los
tulipanes.
Huntelaar aprovecharía sus dotes de cazador
implacable para rematar los balones que Sneijder, Van der
Vaart o Van Bommel le pueden servir. Realmente me gustaría
observar el funcionamiento de los oranje sin Van Persie, un
hombre muy habilidoso pero que adolece de las verdaderas
cualidades de delantero.
El encuentro sería una buena oportunidad
para evaluar la evolución de la gran estrella de este
conjunto: Arjen Robben, quien unos días antes del Mundial
sufrió una leve lesión que lo ha dejado fuera en los
partidos iniciales.
"Podría ser. Estos últimos días me he
entrenado con total normalidad, sin miedo y sin problemas.
Ahora necesito jugar, para recuperar el ritmo", añadió,
apuntando que "aún no se ha tomado ninguna decisión",
declaró Robben, quien luce ansioso por debutar en el
Mundial.
La entrada del veloz extremo del Bayern
Munich supondría entonces la salida del once de Dirk Kuyt,
que ha rendido acorde a lo esperado hasta el momento, pero
que se encuentra a mucha distancia de Robben, un jugador
fuera de serie que necesita tomar el ritmo de la
competencia.
Del lado de los cameruneses todo es
decepción. Los hombres de Paul Le Guen todavía digieren su
temprana y poco esperada eliminación, que deja al continente
africano con un solo representante en octavos, a falta de
que un milagro salve a Costa de Marfil.
Cabizbajos se marcharán a casa unos leones
que esta vez fueron domados por japoneses y daneses, sobre
todo Samuel Eto`o, quien antes del Mundial pidió respeto
para las selecciones del continente negro, tal vez pensaba
ganar, pero esto no es el Barca ni el Inter.