23 de junio

Paraguay en pos de mantener la racha sudamericana

Aliet Arzola Lima, estudiante de Periodismo

Si algún equipo tenía mínimas posibilidades de clasificar a octavos en el Mundial de Fútbol, ese era Nueva Zelanda. Encuadrados en una llave complicada con los actuales campeones del orbe, Italia, y con una de las selecciones sudamericanas de mayor prestigio, Paraguay, los kiwis, como se les conoce, realmente albergaban pocas esperanzas de meterse entre los dieciséis mejores.

No obstante, sendos empates en los partidos iniciales ante conjuntos superiores han dado vida a los oceánicos, que se juegan un histórico pase a la siguiente ronda en el choque del adiós de la fase de grupos contra Paraguay, que ya tiene pie y medio en octavos.

Pero no es algo nuevo para los neozelandeses enfrentar a onces de mayor nivel, pues en su anterior presentación mundialista, los All Whites cayeron en una agrupación muy complicada con la Escocia de Graeme Souness y Kenny Dalglish, la Rusia de Oleg Blokhin y el fantástico cuadro brasileño de Zico y Sócrates.

En aquella oportunidad, con un equipo plagado de jugadores no profesionales, fueron eliminados con 13 goles permitidos, algo que ha cambiado radicalmente en la presente edición, donde aún en la última fecha conservan oportunidades reales de entrar en los octavos de final.

El empate in extremis conseguido en la apertura ante Eslovaquia y otra igualada con los italianos les permite a los kiwis soñar con un boleto impensado previo al Mundial. El último escollo será Paraguay, que como ya mencionamos está a un paso de continuar la racha perfecta de las selecciones sudamericanas.

Los guaraníes tienen cuatro puntos fruto de un empate con Italia y una merecida victoria sobre Eslovaquia, por lo que no están obligados a ganar para meterse en octavos.

A los hombres de Gerardo Martino les basta con una igualada, pero los neozelandeses necesitan el triunfo para no depender del resultado del otro partido entre Italia y Eslovaquia.

Por ello, es previsible que sea un encuentro de mucha lucha en el que los sudamericanos pondrán el talento y los kiwis altas dosis de entrega, tal vez la cualidad que les ha permitido sobrevivir ante rivales superiores.

En esta ocasión deberán penetrar la infranqueable defensa de los albirrojos, considerada como una de las más rocosas y competitivas del torneo, tal y como demostraron en el choque frente a Italia.

 

 

 

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