Johannesburgo.—
Carlos Dunga, entrenador de la selección brasileña de
fútbol, se quejó enérgicamente del arbitraje en el partido
que su equipo ganó por 3-1 a Costa de Marfil, al tiempo que
consideró "injusta" la expulsión de Kaká.
"Fue un partido muy complicado, muy fuerte,
con muchas faltas.
La gente que controla el espectáculo tiene
que saber qué es fútbol y qué no es fútbol, no dejar pasar
cosas como hoy", dijo acerca de la actuación del árbitro
francés Stephane Lannoy.
"Con Costa de Marfil nos enfrentamos a un
equipo que no nos dejaba jugar, con muy pocos espacio, muy
físico", describió.
La expulsión del mediapunta del Real Madrid
se produjo a los 88', con los ánimos ya caldeados en los
minutos finales del partido y en medio de conatos de pelea
entre los jugadores.
Kaká soltó su codo disimuladamente sobre el
pecho de Kader Keita.
El delantero del Galatasaray venía con
impulso, por lo que sintió el golpe de la extremidad, aunque
exageró la acción, se tomó el rostro con gestos de dolor y
se desplomó sobre el césped.
Kaká ni siquiera había rozado su cara, pero
la segunda amarilla implicó su expulsión y que vea el choque
del viernes con Portugal desde afuera.
Dunga fue categórico: "Fue una expulsión
totalmente injustificada.
Le hicieron una falta y recibió una
amarilla. No sé si felicitar al jugador de Costa de Marfil".
"Elano, Robinho, Kaká... Todos recibieron
faltas duras. Jugamos mucho mejor que Costa de Marfil y
recibimos más amarillas que ellos.
No sé ya qué tenemos que hacer...". (DPA)