15 de junio

Las dos caras de un empate

Rustenburgo.—- El técnico de Nueva Zelanda, Ricki Herbert, se mostró hoy sumamente satisfecho tras el empate 1-1 de su selección ante Eslovaquia en el Mundial de Sudáfrica, logrado en el minuto 93.

"Estoy muy, muy orgulloso. En los vestuarios el ambiente es grandioso", dijo Herbert, exultante.

"El país debería estar muy entusiasmado. Yo soy un 'Kiwi-Boy' y no puedo estar más orgulloso. Aún tenemos que enfrentar a dos pesos pesados, pero al menos ya demostramos algo", agregó el entrenador, de 49 años y ex jugador del conjunto neozelandés.

El conjunto oceánico logró hoy el primer punto de su historia en el Mundial. En su presencia anterior, en España '82, perdió los tres partidos.

Por su parte, el autor del gol eslovaco, Robert Vittek, se mostró consternado por el resultado en el debut del país en un Mundial. "Es una pesadilla. Es como si hubiésemos perdido".

Los "kiwis" igualaron en el '93 por medio de Winston Reid y amargaron el primer partido de los europeos en un Mundial.

"Para nosotros es una pequeña tragedia deportiva", dijo al término del encuentro el técnico, Vladimir Weiss, aún sentado en el banco, casi petrificado, mientras observaba cómo su colega Herbert festejaba con la hinchada "kiwi".

"Errores así no pueden suceder. Fuimos el mejor equipo, pero no aprovechamos nuestras posibilidades", manifestó Weiss, quien jugó para Checoslovaquia en el Mundial de 1990.

En tanto, Reid no ocultó su felicidad. "Debe haber sido el gol más importante de mi vida", dijo el jugador del Midtjylland danés. (DPA)

 

 

 

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