Mucha lucha y cero goles. Justo eso dejó la primera mitad
del partido entre Argelia y Eslovenia, correspondiente al
Grupo C, en el estadio Peter Mokaba, de Polokwane.
Como era de esperar de dos contrarios modestos y parejos,
el choque inició con poca presencia en las áreas, mostrando
el respeto típico de los estrenos mundialistas.
Ambos conjuntos comenzaron abusando de un juego directo y
sin mucha elaboración, con balones colgados desde cualquier
punto como único recurso ofensivo ante la seguridad de los
guardametas, para despedir un primer tiempo insípido en el
que Aleksandar Radosavljevic vio al minuto 35 la única
cartulina amarilla del encuentro por el momento.