Sin dudas el gol de la igualada de Estados
Unidos ante Inglaterra quedará en el recuerdo como uno de
los menos facturados de este mundial Sudáfrica 2010.
El guardameta inglés Robert Green puso al
descubierto sus fisuras, tras vivir un tímido romance con la
Jabulani,— nunca protegió el balón con el pecho ante el
disparo de pierna zurda aparentemente inofensivo desde fuera
del área de Clint Dempsey—, y de paso dijo adiós a su
titularidad en lo que queda de mundial.
Así se puso al descubierto el punto débil de
los ingleses, la seguridad bajo los tres palos y los
estadounidenses festejaron un fortuito empate al minuto 42.