Terminó
la espera y ahora sí comenzó por fin el Mundial de
Sudáfrica. "El momento histórico ha llegado. Todo el mundo
está con nosotros ahora. Esto es África. Esta es la Copa del
Mundo", proclamó enfática la primera voz que se escuchó en
el estadio Soccer City de Johannesburgo, mientras el zumbido
incesante de las vuvuzelas retumbaba como un enjambre en las
gradas.
A la espera del partido inaugural entre México y la
selección anfitriona, la ceremonia de apertura transcurrió
como se esperaba. Sudáfrica se ha gastado 350 millones de
euros en la cita futbolística para ofrecer, entre otras
cosas, una imagen renovada de lo que es el país en el siglo
XXI: un mosaico cultural iridiscente, por lo que acto
seguido en una pantalla gigante flameó un conjunto admirable
de estampas del país: los parques naturales, las ciudades,
sus habitantes...
También se mostró la imagen icónica del ex presidente
Nelson Mandela, quien a última hora debió cancelar
lamentablemente su asistencia al cotejo inicial, debido al
trágico fallecimiento de su bisnieta Zenani, de 13 años de
edad, en un accidente de tránsito durante la víspera. "Todo
el mundo en la FIFA ha quedado conmocionado profundamente",
señaló en sus condolencias el suizo Joseph Blatter,
presidente del organismo rector del fútbol mundial, quien
estuvo acompañado en el palco de honor por el actual
mandatario Jacob Zuma y su par mexicano, Felipe Calderón. En
tanto se calculaba también la asistencia de otros 60 jefes
de Estado, incluyendo a una veintena del llamado "continente
negro".
En un claro guiño al carácter regional de la cita, sobre
el campo oteó un mapa gigante de África formado por telas de
varios colores, mientras en el centro desfilaron unos 1 500
artistas, entre bailarines y músicos, que formaron nueve
líneas en representación de todas y cada una de las sedes
del campeonato.
"La ceremonia será un reflejo de la orgullosa herencia
cultural africana", había anunciado un día antes el director
ejecutivo del Comité Organizador, Danny Jordaan, y Sudáfrica
no decepcionó.
Bajo el lema "Recibiendo al mundo en casa", la
inauguración alineó durante 40 minutos el talento de
reconocidos artistas como el trompetista Hugh Masekela, el
artista nigeriano Femi Kuti, el cantante de pop argelino
Khaled, la legendaria banda de Ghana Osibisa, el vocalista
sudafricano Timothy Moloi y el cantante afroamericano de 'Rithm
and Blues', R. Nelly, quien interpretó el himno del Mundial
"Sign of Victory" (Señal de Victoria), acompañado por las
voces de Soweto Spiritual Singers en un espectáculo lleno de
vida y colorido. Justo lo necesario para la antesala del
partido inicial, cuando el rugido perpetuo de las vuvuzelas
prometía que lo mejor está aún por llegar.