2 de junio  

Blatter: "Soccer City es de los mejores del mundo"

El Presidente de la FIFA dijo a los sudafricanos que deben estar orgullosos de su empeño por hacer de esta Copa Mundial de la FIFA un éxito

El majestuoso Estadio Soccer City, escenario del partido inaugural y de la final de la Copa Mundial de la FIFA 2010, recibió encendidos elogios del Presidente de la FIFA, Joseph S. Blatter, quien visitó el recinto en la mañana del miércoles.

El Presidente de la FIFA describió Soccer City como "una de las mejores canchas" del globo durante la ceremonia oficial de entrega de las instalaciones, en la que también se descubrió una placa conmemorativa. Además de Blatter, asistieron al acto Issa Hayatou, Presidente de la CAF, Irvin Khoza, Presidente del Comité Organizador Local de la Copa Mundial de la FIFA 2010, Nomvula Mokonyane, Jefa de Gobierno de Gauteng, Amos Masondo, Alcalde de Johannesburgo, y Makhenkesi Stofile, Ministro de Deporte y Esparcimiento.

"Es un estadio de cinco estrellas", señaló entusiasmado Blatter. "Hoy es un gran día para la FIFA, al poder estar aquí, en este magnífico campo. El Presidente de la CAF y yo nos sentimos muy orgullosos del trabajo realizado en esta sede. El Ministro de Deporte, señor Stofile, ha declarado que Soccer City es el emblema de Sudáfrica y del continente africano, yo iré más allá y diré que es el emblema del mundo. Es uno de los estadios más hermosos, puedo compararlo con el de Wembley, en las afueras de Londres", apuntó.

Un trabajo bien hecho
El Presidente de la FIFA dijo a los sudafricanos que deben estar orgullosos de su empeño por hacer de esta Copa Mundial de la FIFA un éxito.

"Sí, esta es una Copa Mundial de la FIFA, pero quienes han cumplido y se han esforzado son los sudafricanos. Por tanto, queremos expresarles nuestro agradecimiento. Lo que va a ocurrir en este estadio forma parte de la historia, varios de los mejores equipos jugarán ocho partidos en él. Algunos de los mejores futbolistas del mundo van a actuar aquí. Ahora que los estadios están listos, la atención de todo el planeta se centrará en Sudáfrica. El mundo está viviendo emociones, mientras espera a que empiecen los encuentros".

Soccer City, cuyo atractivo mosaico de colores y forma redondeada recuerdan a la calabaza africana, es una de las sedes más populares del país. Blatter también confesó que una de sus aspiraciones consiste en ver a Nelson Mandela, ex Presidente de Sudáfrica y símbolo mundial, en el partido inaugural que enfrentará el 11 de junio a la selección anfitriona y México.

"El mayor legado de este Mundial será la celebración del espíritu africano, y nadie lo representa mejor que Nelson Mandela. Esperamos que ‘Madiba’ asista al partido inaugural. Este proyecto es parte de su legado, y se ha esforzado por él. Esta sede, en mi opinión, simboliza la esperanza. Forma parte del proyecto Football for Hope de la FIFA, en el que fomentamos la educación y las sociedades sanas y edificantes".

El compromiso de Sudáfrica
En nombre del Gobierno sudafricano, el Ministro de Deporte y Esparcimiento, Makhenkesi Stofile, agradeció a la FIFA la confianza y el continuo apoyo brindado al país organizador.

"Incluso cuando nos criticaron, [la FIFA] nos respaldó", indicó Stofile. "Al estar hoy en este estadio, no me cabe la más mínima duda de que este Mundial va a ser distinto a todos los demás, será diferente en muchos aspectos. Hemos recorrido un largo camino para llegar hasta aquí, hemos sufrido reveses, pero, lo que es más importante, hemos conocido muchas victorias. Ha sido un trayecto extraordinario para este país. Todos nuestros estadios están preparados, las carreteras y las demás infraestructuras están terminadas. Ahora estamos esperando a que la gente venga y participe en este evento".

A continuación, el Presidente de la FIFA inauguró también el Centro Internacional de Comunicaciones, eje de la producción radiofónica, situado junto al Soccer City.

Miércoles 2 de junio de 2010

De Rossi: "Podemos repetir"

Por su disposición dentro de la cancha y capacidad táctica, se ha convertido indiscutiblemente en uno de los grandes símbolos de Italia

Daniele de Rossi no sólo es un jugador indispensable en el esquema del técnico Marcelo Lippi. Por su disposición dentro de la cancha y capacidad táctica, se ha convertido indiscutiblemente en uno de los grandes símbolos de Italia. Es uno de esos jugadores insustituibles, que cualquier entrenador quisiera tener de su lado.

Campeón del mundo en 2006, y omnipresente en las convocatorias azzurri desde entonces, el mediocampista de la Roma charló en exclusiva con FIFA.com sobre sus perspectivas para Sudáfrica 2010 y la gran confianza que tienen los seleccionados italianos de poder repetir la hazaña y volver a dar la vuelta olímpica al terminar el torneo.

Señor De Rossi, ¿podría analizar para nosotros el recorrido de Italia rumbo a Sudáfrica 2010?
Tuvimos una gran eliminatoria y conseguimos clasificar en la penúltima jornada. Hubo partidos complicados como Bulgaria en Turín, tal vez Montenegro, aunque los juegos ante Irlanda fueron los más difíciles. El primer encuentro es difícil de juzgar porque nos expulsaron un hombre en los primeros minutos y eso cambió todo. Hicimos un gol y el resto del partido aguantamos en defensa. En la segunda jugamos bastante mejor y conseguimos el resultado que necesitábamos.

¿Cuáles fueron las razones de ese éxito?
Creo que el gran secreto de Italia es el grupo que tenemos. Es la misma base que ha vencido en el Mundial y que jugó la Euro, donde no ganamos, pero sólo perdimos en los penales contra España, que terminó campeón. Es cierto que en las eliminatorias se nos unieron varios jugadores jóvenes de mucha calidad, pero la mentalidad sigue siendo la misma que en el pasado, y eso es lo que nos ha permitido cosechar éxitos recientes

¿Qué opina del grupo que afrontarán en Sudáfrica 2010?
De primera instancia puede parecer fácil, pero sabemos que en los Mundiales nunca es así. Paraguay hizo una gran eliminatoria, terminó por encima de Argentina. Con Nueva Zelanda jugamos un amistoso antes de la Confederaciones y nos causó muchos problemas antes de poderlos vencer 4-3, y sobre Eslovaquia, sabemos que es un equipo europeo, organizado, con jugadores como Marek Hamsik, que ha hecho diferencias en la Serie A. No podemos confiarnos.

Hablando de la Confederaciones, ¿cuál fue el aprendizaje tras su participación?
Algo de lo que no mucha gente habla es de la altitud en Sudáfrica, nosotros pudimos vivirla en la Copa Confederaciones, y es un factor que se debe tomar en cuenta. Jugar más de 1.000 metros no es lo mismo que hacerlo al nivel del mar. Ese fue un gran aprendizaje y ahora estaremos preparados para esa diferencia. También aprendimos que mantenernos en el mismo nivel de 2006 no será suficiente. Hay tantos equipos que han mejorado, como España, Inglaterra, Brasil o Argentina. Va a ser complicado.

A la selección italiana se le señala frecuentemente por ser muy veterana, ¿cree que eso será un problema?
Es verdad que hay bastantes jugadores mayores de 30 años, pero hay que recordar que el Mundial es un torneo corto, son sólo 7 partidos. Probablemente muchos jugadores que estarán en Sudáfrica dejarán la selección tras el torneo, pero lo importante es que en junio estaremos bien mentalmente y futbolísticamente. Además, Marcello Lippi es una verdadera garantía como entrenador. Hace 4 años fue fundamental en el Mundial pero también antes, cuando la situación anímica del equipo no era muy buena. Como persona y como técnico es espectacular.

Hasta ahora sólo dos equipos (Italia y Brasil) han podido ser bicampeones del Mundo de manera consecutiva, ¿cree que ustedes podrán repetir?
Es dificilísimo, porque no basta tener un gran equipo. Hay que tener suerte, además de fuerza, condición atlética, valentía y un excelente grupo. Sabemos que no podemos mejorar lo que hemos hecho, sólo igualarlo. Por supuesto, tenemos mucha confianza, pero sabemos que será muy complicado.

Para terminar, un guiño hacia el futuro, se ha hablado mucho de un posible traspaso al extranjero, ¿lo tiene entre sus planes?
Lo he pensado y me he imaginado lo que sería jugar en el extranjero, pero la verdad es que la Roma para mí lo es todo, es mi vida. No siento que pueda ser feliz alejado de la ciudad. Obviamente nunca se sabe lo que pueda pasar, pero en este momento no puedo pensar en mí mismo en otro club y en otra sede.

Martes 1 de junio de 2010

Un cambio de mentalidad

Costa de Marfil: la mejor generación en la historia del país, liderada por Didier Drogba, Kolo y Yaya Touré, y Salomon Kalou, entre otros, todavía no ha encontrado la receta mágica para conquistar un título o, al menos, hacer honor a las expectativas depositadas en ella

Es un enigma recurrente en la historia del fútbol: ¿por qué un equipo compuesto por innumerables talentos no consigue brillar o, incluso, pasa completamente de puntillas por un gran campeonato? ¿Por qué el Brasil de Zico y Sócrates no ganó nada? ¿Cómo es posible que la Francia de Zidane y la Argentina de Verón cayeran eliminadas en la primera ronda de la Copa Mundial de la FIFA 2002?

La última selección que ha sufrido ese misterioso mal es Costa de Marfil. La mejor generación en la historia del país, liderada por Didier Drogba, Kolo y Yaya Touré, y Salomon Kalou, entre otros, todavía no ha encontrado la receta mágica para conquistar un título o, al menos, hacer honor a las expectativas depositadas en ella.

Romaric N'Dri Koffi, centrocampista de estos Elefantes que impresionan sobre el papel, pero todavía no sobre el césped, parece haber identificado el problema y propone soluciones. En el transcurso de una entrevista en exclusiva con FIFA.com, el potente jugador del Sevilla, que sale de una temporada marcada por las lesiones y las desilusiones, hace sonar la voz de alarma para evitar que toda una generación de superdotados se vaya al traste.

Sven-Göran Eriksson ya anunció su lista de 30 jugadores antes de reducirla a los definitivos 23. ¿Cómo está viviendo este periodo de espera, y encima con la perspectiva de un seleccionador nuevo?
Al tener seleccionador nuevo, todos volvemos a partir en igualdad de condiciones. Por consiguiente, cada uno tiene que aprovechar su ocasión. Personalmente, este Mundial constituye una oportunidad magnífica. Puede que haya sorpresas en la lista definitiva. Luego, una vez entrados en materia, lo importante será pensar en el bloque y realizar un intenso trabajo durante la preparación, para llegar a Sudáfrica con la mayor confianza posible.

¿Esa confianza pasa por realizar cambios?
En fechas pasadas teníamos una buena plantilla, pero tácticamente no estábamos a la altura. Carecíamos de automatismos y de una colocación sobre el campo digna de una selección de nuestra categoría. Espero que Eriksson lo corrija. Es lo que esperamos de él, más que nada. La mentalidad también debe cambiar. Debemos adquirir el deseo de ganar como un bloque, y demostrar por fin todo nuestro potencial.

Hace poco, en una entrevista a FIFA.com, Gervinho señalaba que el equipo debía aprender a defender en bloque. ¿Es ése otro de los cambios que deberían producirse?
¡Desde luego! El trabajo defensivo empieza por los delanteros; es una labor colectiva. Debemos defender en bloque, pero cada uno de acuerdo con su papel. Sin embargo, tenemos lagunas importantes en nuestros movimientos colectivos. No se puede permitir que no ofrezcamos el mínimo exigible al alto nivel en ese aspecto. No es de recibo que sigamos teniendo 70 metros de separación entre los defensas y los delanteros, como ocurrió en la pasada Copa Africana de Naciones. Debemos cerrar mejor nuestras líneas: no formamos un bloque. Si corregimos esas cosas, podremos aspirar a hacer algo grande.

¿Cree que eso se puede conseguir en tres semanas escasas, con un seleccionador que empezará a conocer a la plantilla en el primer día de la concentración?
Si ponemos todo de nuestra parte, y si todos remamos en la misma dirección, entonces sí. Tres semanas son suficientes para poder ofrecer un estilo de juego distinto y mostrar un nuevo rostro. No puede ser que volvamos a vivir un partido como el encuentro de la Copa Africana de Naciones contra Argelia. Esa derrota sacó a relucir nuestros defectos. Las primeras charlas son importantes, y el entrenador tiene la suficiente experiencia como para saberlo. Después, hace falta que le echemos ganas, porque, técnicamente, ya sabemos lo que tenemos que hacer; lo hacemos todos los días con nuestro club. Por tanto, sólo es una cuestión de voluntad. Pero insisto: para eso hace falta que cada uno esté en igualdad de condiciones. La competencia hace que un grupo mejore; nadie debe tener el puesto asegurado.

Didier Zokora, "Copa" Barry o Gervinho ya han ofrecido un diagnóstico similar sobre los males de los Elefantes. ¿Cómo se explica que todavía no se hayan corregido?
Conocemos nuestras lagunas. Aún hace falta que tengamos ese deseo de luchar pensando en el compañero. Tenemos que construir mejor nuestro juego de pases; nos falta movilidad, y el jugador que lleva el balón no goza de bastantes opciones de pase. También hay que dejar de hacer regalos; ya no somos juveniles. Si eres defensa central, se acabó lo de hacer túneles… No estamos ahí para lucirnos o para adquirir protagonismo, sino para conseguir que gane la selección.

¿Cree que el fracaso en la Copa Africana de Naciones puede hacer mejorar al equipo?
La reacción de la población marfilense después de la Copa Africana de Naciones nos demostró que, si volvemos a fracasar en Sudáfrica, ¡ni siquiera merece la pena que nos planteemos volver al país! Pude sentir claramente la cólera y la decepción después de la derrota ante Argelia. Hay que comprender que los Elefantes son el único factor unificador del país. Cuando jugamos, desaparecen las diferencias de lenguas, de etnias, de color de piel. Debemos llegarles al corazón, aunque sea una relación de amor-odio. Y además, no ganar nada con esta generación sería realmente triste: sería un desastre.

Personalmente, ha vivido una temporada difícil. ¿Cómo la analiza usted?
Empecé la temporada lesionado y después me costó recuperar mi nivel. Antes de la Copa Africana de Naciones, ya volvía a estar a punto, pero Vahid Halilhodzic no me convocó. Mentalmente, acusé el golpe. Para colmo, a continuación volví a lesionarme. Es mi primera campaña con tantos problemas. Nunca había vivido algo así antes, por lo que he aprendido mucho de la experiencia. No hay mal que por bien no venga.

Entonces, ¿puede sacar de ahí una motivación adicional para la Copa Mundial de la FIFA?
Desde luego. Me he hecho más fuerte y, físicamente, estoy más fresco que algunos. Este Mundial puede servirme para sacarme la espina tras una campaña difícil. ¡Ya sólo me queda eso para poder salvarla!