Britto: autopsia de una
guerra mediática
MARTA ROJAS
marta.rr@granma.cip.cu
Una autopsia de la primera
guerra mediática en gran escala de este siglo entrega al lector el
ensayista y novelista venezolano Luis Britto García con su libro Venezuela:
investigación de unos medios por encima de toda sospecha, ahora
editado por Casa de las Américas en virtud de haber merecido el
Premio de Ensayo Ezequiel Martínez Estrada 2005. Autopsia porque la
guerra fue perdida por quienes la armaron para derrocar a un gobierno
popular instituido según los cánones de la "democracia
re-presentativa", la misma que dicen defender los opositores al
presidente Hugo Rafael Chávez Frías.
Los medios no pudieron derrocar a Chávez.
Recuerda el autor cómo en
abril del 2002 en menos de 24 horas canales de televisión y radio
presentaron y propalaron no menos de 17 000 anuncios publicitarios
contra el Gobierno constitucional, dedicando toda la programación,
sin un segundo de tregua, a denigrar al Gobierno para causar
paralelamente toda clase de alarma y temor. Terrorismo mediático
puede ser el calificativo más adecuado para la guerra que aborda
Britto en su ensayo revelador.
Entre las tácticas más
recurrentes se hallan la conversión de las víctimas en victimarios y
la manipulación tendenciosa de la realidad. En ese "carnaval de
mistificaciones" mediáticas no falta la manipulación irreverente de
sentimientos religiosos: un 2 de junio, día de una de las más
imponentes manifestaciones bolivarianas, amanece doblada por el torso
la estatua de María Lionza. La explicación en los medios llena de
asombro: un turiferario dice que tal hecho ocurrió como demostración
de que el país estaba dividido y por eso se dividió la mítica
figura. Los medios continúan cínicamente exponiendo sus razones: "Como
se quebró la estatua de María Lionza, así le va a pasar al Gobierno
de Chávez". "Pero la diosa prefiere quebrar a la oposición", apunta
Britto.
Son los medios los que en
esta guerra espectacular designan dirigentes. "Si alguna vez los
políticos usaron los medios, ahora los medios crean sus propios
políticos", afirma Britto en referencia al derrotado golpe de estado
mediático protagonizado en Venezuela y cuyas armas aún esgrimen los
opositores al Gobierno bolivariano. Esta obra, de referencia
imprescindible para los sociólogos e historiadores, prueba
fehacientemente el contrasentido de los ataques a Chávez: "Los medios
emitieron un mensaje de pánico que creó un pánico hacia su mensaje",
es una de las conclusiones. Otra: "Al divulgar sistemáticamente
infundios, calumnias y profecías no verificadas, los medios pusieron
en duda su propia veracidad. Una mentira repetida mil veces se hace
mil veces falsa". |